| miércoles, 03 de noviembre de 2004 | Por el mundo Las automotrices y la tentación china El creciente volumen actual y las potencialidades del mercado automotor de China impulsan el rápido desembarco de las mayores fábricas del mundo. Las inversiones de las terminales son millonarias Jorge Kaplan / La Capital China es por estos tiempos el mercado más tentador para las automotrices de todo el mundo. Las restricciones políticas, económicas y tecnológicas del gigante oriental no hacen mella en las proyecciones de ventas. Por el momento es escasa la proporción de chinos que puede acceder a un auto, pero la magnitud de la población hace que las cifras en valores absolutos sean inmensas. Además de la situación objetiva de hoy, las fábricas hacen números pensando en un escenario en el mediano plazo mucho más "motorizado". La otra pata es el desarrollo del mercado de vehículos utilitarios y la posibilidad de producir a bajo costo para luego exportar a otros mercados.
Para ir teniendo una idea, la población de China es de 1.300 millones de personas y las ventas de utilitarios crecieron 50% entere 2001 y 2002.
El volumen de autos de pasajeros alcanzó en 2002 los 1.126.000 unidades, superando por primera vez el millón, dentro de un total de 3,25 millones incluidos utilitarios, camiones y ómnibus. Según cifras oficiales de 2003, las ventas crecieron un 40% global, mientras que los autos crecieron un 88%.
En 2003 se produjeron en China 4,4 millones de vehículos lo cual lo posicionó como el cuarto productor mundial detrás de Estados Unidos (12,1), Japón (10,3) y Alemania (5,5). Las ventas de 2003 en China totalizaron 4,5 millones de unidades.
Para este año, en China se espera tener una producción total de 5,6 millones, con una previsión para 2010 de 10 millones de unidades.
La baja de las tarifas a partir del ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC) (ver aparte), la llegada de nuevos modelos y el creciente poder adquisitivo de un sector de la población explican el crecimiento de las ventas, incluso por fuera de la expansión registrada por la economía.
Según analistas occidentales, el rápido aumento de las ventas no se debe a una demanda contenida sino al crecimiento del PBI (Producto Bruto Interno) por persona que se ubica entre 1.000 y 1.500 dólares al año y es superior en las zonas costeras, las más prósperas del país. Los estudios económicos hechos en todo el mundo indican que las ventas arrancan cuando el PBI per cápita está entre los 4.000 y 6.000 dólares. La renta per cápita de las personas que viven en las ciudades chinas creció 8,4% en 2002 y se cree que en 2008 la demanda de vehículos alcanzará las seis millones de unidades.
En las automotrices creen que China tendrá un ritmo propio de crecimiento sostenido, además de estar muy cerca de los potenciales mercados de exportación.
Por todo esto, casi todos los grandes fabricantes del mundo están presentes en China con oficina propia y la mayoría de ellos con capacidad de producción. Bajo el antiguo régimen, los fabricantes extranjeros debían contar con un socio chino dueño de al menos el 50% de la filial (y otro tanto con las autopartes), pero esta normativa está cambiando y se permiten operaciones de proveedores independientes. De hecho, los fabricantes norteamericanos están presionando a sus proveedores a que operen desde China aprovechando el bajo costo laboral.
Los productores nacionales de autos -sin colaboración extranjera- sólo acaparan el 10% del mercado chino y, por lo tanto, lo que queda para las multinacionales y sus joint ventures es prácticamente todo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los vehículos de lujo fueron los primeros en arribar. | | |