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 sábado, 23 de octubre de 2004

La compañía Tangokinesis presenta "Tangos y valses" en El Círculo
Ana María Stekelman: "Mi trabajo está en un lugar equidistante entre el pasado y el futuro del tango"
La coreógrafa dijo que el espectáculo muestra obras emblemáticas del grupo

Rodolfo Bella / La Capital

La coreógrafa Ana María Stekelman y su compañía Tangokinesis presentan hoy, a las 21.30, su obra "Tangos y valses", en el teatro El Círculo, Mendoza y Laprida. "Tangos y valses" reúne las piezas "Suite de tango", "Valses" y "4 Piazzollas" creadas en distintos momentos de la compañía que este año cumplirá doce años de trayectoria.

-¿"Tangos y valses" es un repaso de su carrera?

-Es un resumen de varias obras de mi carrera, incluso los valses fueron hechos especialmente para cerrar el Festival de Avignon. Es una obra que me trajo bastantes satisfacciones. Es un recorrido por lo más emblemático de Tangokinesis.

-¿Qué seduce a un europeo del tango?

-En el tango encuentran la heterosexualidad. Hacía mucho que no había una danza popular donde están tan remarcados los roles masculino y femenino. Es una danza que vuelve al abrazo; además tiene una técnica de piernas muy intrincada y especialmente en mi espectáculo los bailarines son muy buenos y eso atrae muchísimo. Son muy fuertes expresivamente y técnicamente. Además la fusión con la danza contemporánea actualiza al tango. Lo saca un poco del arquetipo.

-¿Esos arquetipos tangueros son los que reproducen las figuras de alguien dominante y dominado?

-No. No hay dominante ni dominado. De ninguna manera. Es una conjunción en la que hay roles. En el tango el hombre guía y la mujer lo sigue, pero los pasos son completamente distintos. O sea que la mujer cumple un rol y el hombre otro. Si el hombre guía mal, la mujer no puede seguir. El único dominante en el tango es el tango.

-¿Cómo resolvió la dicotomía entre la mirada conservadora y la renovadora sobre el tango?

-De la única forma posible: pienso que todo en la vida hace ese camino. La vida es un equilibrio entre la conservación y la renovación. Si no conservamos las raíces no podemos ir para adelante. En síntesis, me siento equidistante entre el pasado y el futuro del tango.

-¿Por qué el tango representa a Argentina en el exterior y no el folclore?

-Por muchas razones. Primero porque el tango es el primer folclore ciudadano que existe. En todas las ciudades grandes como Berlín, Londres, París, que no tienen folclore ciudadano, no folclore del campo que todos lo tienen, el tango ocupa ese lugar. En el mundo se apoderaron de nuestra música ciudadana; ellos no tienen música ciudadana tan completa, con su lírica, con su danza. Es el último folclore que ha nacido. Recién tiene un siglo y como folclore es muy joven.

-¿Es un folclore ciudadano que representa a la Argentina o a Buenos Aires?

-Para mí, es el folclore porteño. Es un sabor completamente distinto a la baguala, por ejemplo. Tiene que ver con la multitud, con la pareja, con el apuro.

-¿Hay un público masivo para la danza?

-El público masivo va a ver las estrellas. Ese es el rigor de la danza de ahora. La danza moderna no es tan masiva. Digamos que es masiva cuando es neoclásica. Ninguna de las dos danzas creo que tenga la masividad de las estrellas. Lo que convoca es Julio Bocca por ejemplo. Como antes era Alicia Alonso. No es que la gente iba a ver ballet. Iba a ver a Alicia Alonso.

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La coreógrafa Ana María Stekelman.

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