Una permanencia milagrosa

Tangokinesis es una compañía independiente que está por cumplir doce años de actividad ininterrumpida, una permanencia que Ana María Stekelman calificó como algo extraordinario en un país con una crisis endémica: "Es casi un milagro, pero también es verdad que a nosotros nos ayudan muchísimo las giras al exterior. Acá los que más nos ayudan son a veces el Teatro San Martín y Lino Patalano, en el Maipo. Vamos a muchos festivales y todos los años hacemos una gira a Italia y otra a Estados Unidos, y eso da la posibilidad de seguir manteniendo la compañía."

Stekelman descree de la aseveración que dice que la adversidad es un estímulo para la creación: "No es un estímulo que no te den dinero. Es una traba muy grande que uno está sorteando todo el tiempo porque además de crear la obra, tenés que crear el lugar donde estás y las condiciones para seguir con una compañía, ahorrar dinero de las giras para cuando no hay trabajo. Lo que pasa ahora en el país es muy claro que no es bueno para nadie. Aunque me pueda autogestionar y me vaya salvando un poquito, que haya 40 por ciento de desocupados es muy negativo para todos. Es negativo que haya cartoneros y piqueteros. Nosotros hemos creado internacionalmente dos figuras corruptas: el desaparecido y el corralito. Eso no habla bien de nosotros, ni yo me puedo sentir bien por más que haga arte con lo que sucede en la sociedad. Tampoco es mi rol solucionarlo. Yo soy coreógrafa. No soy ni maga ni política. Lo que pasa es que de alguna manera el arte es como una respiración para la sociedad. Es como la educación. Y ya se sabe lo que pasa con los órganos que no respiran", dijo.