| sábado, 23 de octubre de 2004 | La música como un signo de la realidad urbana "Tangos y valses" reúne tres partes de espectáculos que Ana María Stekelman consideró emblemáticos en cuanto a la fusión de tango y danza contemporánea: "Suite de tango", "Valses", que fueron montados para cerrar el Festival de Avignon, y "4 Piazzollas". La primera parte está integrada por tangos de diferentes obras de la compañía, como "Tangokinesis", "Tango y fuga", "Angeles desnudos", y otros montados para este espectáculo. "Valses" es el módulo central de una obra que cerró de Festival de Avignon de 1999, y "4 Piazzollas" presenta cuatro tangos del compositor.
Stekelman se formó en la danza moderna con Renate Schottelius y en la escuela de danza de Martha Graham. Además fue una de las impulsoras del Ballet Contemporáneo del Teatro General San Martín. Su primer acercamiento al tango fue a través de la pareja de baile que formaban Juan Carlos Copes y María Nieves. "El tango es la música de la ciudad. No hay ninguna posibilidad de que no lo tengas adentro", contó Stekelman.
La coreógrafa se lanzó de lleno al género con un espectáculo que se llamó "Jazmines" y que marcó un rumbo que, poco tiempo después, desembocó en la formación de la compañía Tangokinesis. "Es muy complejo explicar de forma individual por qué el tango resulta atractivo porque el género es un corpus: está la danza por un lado; la lírica y la poesía por el otro, y está la música. Digamos que a esta altura ya escuché un montón de cosas y pasé por distintas etapas hasta llegar a Piazzolla que es la renovación total del tango. Vi todo eso y la verdad es que es muy fuerte y me gusta todo: la danza, la música, la poesía. Como argentino sentís la totalidad. Es la danza de tu tierra. Pero no es como el folclore. Me gusta muchísimo, pero no está tan cerca de mi realidad un hombre zapateando como otro con sus zapatos de calle bailando un tango", aseguró. enviar nota por e-mail | | |