| sábado, 09 de octubre de 2004 | Con cambios en la ley federal, en Santa Fe hay más planes de estudio que escuelas medias. Pero las horas de historia quedaron relegadas Piden la reincorporación de historia en las aulas La Academia Nacional de la Historia quiere que la asignatura sea tratada como disciplina autónoma en las escuelas del nivel medio. Afirman que con la ley federal quedó relegada Miguel A. De Marco (h) (*) La reincorporación de historia como disciplina autónoma en la enseñanza de nivel medio, dando marcha atrás por lo resuelto con la ley federal de educación, cobra día a día mayor adhesión en los ámbitos académicos y docentes.
El debate queda abierto. Es que lo resuelto en la última reunión de los presidentes de Juntas de Historia de las Provincias, en el encuentro convocado por la Academia Nacional de la Historia de "peticionar a las autoridades provinciales, en la forma que en cada caso se estime conveniente, el restablecimiento de la enseñanza de la historia de la provincia y, en su caso, de la nación", no puede menos que ser un llamado de atención.
Al calor de esta declaración, que contempla otra serie de puntos relacionados con profundizar la divulgación de la historia regional, docentes del nordeste argentino solicitaron la suspensión del área de las ciencias sociales en los diseños curriculares y que se devolviera el lugar de disciplina a la historia, recuperando su carga horaria tradicional en las escuelas de nivel medio.
Tal fue lo que ocurrió en Resistencia (Chaco), el pasado 17 de septiembre, en oportunidad del IV Encuentro de Profesores de Historia del Nordeste: "El lugar de la historia en los diseños curriculares de la EGB 3, polimodal y secundaria". Como consecuencia de un debate grupal y puesta en común se resolvió dar a conocer un documento como punto de partida para posteriores discusiones.
Allí se acordó: * Solicitar la suspensión de la continuidad de la ley federal de educación (LFE) y convocar a congresos provinciales y nacional de docentes, con el objeto de confeccionar una nueva propuesta de ley de educación que contemple un modelo de país inclusivo, y derogar la actual.
* Volver a un eje conductor nacional de contenidos en los diseños curriculares porque debido a la reforma existe una anarquía total, en lo atinente a su implementación.
* Devolver la independencia a la disciplina historia en el nivel medio, como una ciencia autónoma, a través de sus métodos y contenidos y, reiterar que deben estar a cargo de docentes graduados en historia.
* Establecer con claridad que la historia es la base de la memoria colectiva que hace a la identidad nacional, por lo tanto, debe incluirse en todos los años y modalidades de la escuela de nivel medio, con una carga horaria pertinente.
* Determinar que las propuestas referentes a historia dentro de los diseños curriculares sean realizados por profesores en historia, que ejerzan la docencia, y no por técnicos de escritorios.
* Replantear los contenidos de historia estableciendo espacios específicos para historia latinoamericana, argentina y regional.
* Invitar a los profesores de las otras disciplinas a adherirse a esta modalidad de reflexión sobre los diseños curriculares y la LFE para defender la autonomía de las disciplinas.
Más historia en las aulas Tanto el dictamen de las juntas provinciales como las conclusiones del encuentro de profesores de historia del nordeste pueden servir como disparadores para discutir qué tipo de país queremos. Las sociedades que renuncian a su historia carecen de identidad y pierden la vitalidad requerida para velar por sus intereses.
No es necesario indagar mucho para descubrir que se ha profundizado el desconocimiento de aspectos elementales, esenciales y constitutivos del pasado argentino, una situación más que preocupante si se tiene en cuenta que es justamente la identidad el sustento de la libertad, el desarrollo y la defensa de los intereses propios.
Con anterioridad a la reforma educativa se solía observar como una rémora a subsanar el desconocimiento de la historia regional y local; y como principal desafío poner en valor esa historia en comparación con las horas cátedra dedicadas a la enseñanza de la nacional.
Ahora se ha llegado a la situación límite de plantear la necesidad de que ésta última no desaparezca diluyendo lo que fuimos o aspiramos a ser. En este sentido se estaría produciendo un retroceso cada vez más acentuado.
Sin lugar para la indiferencia Exigir más historia nacional en las aulas es un derecho y un deber cívico. Es un acto de sensatez y una obligación moral del que nadie está exento. Con ello se resguarda el patrimonio más valioso, la identidad del pueblo argentino.
Requerir a las carteras de educación provinciales instrumentar políticas específicas que promuevan e intensifiquen la enseñanza del pasado provincial y regional es una responsabilidad primeramente dirigencial porque en el sentido de pertenencia es indispensable para la construcción de una Argentina genuinamente federal.
Pero es el estudio, divulgación, enseñanza y preservación de la historia local la más viable de las alternativas para salvaguardar la identidad histórica individual, último refugio de la desmemoria y la desintegración.
Quizás ha llegado el momento para que desde Rosario se inicie un movimiento tendiente a requerir "más historia, con contenidos nacionales, provinciales, regionales y locales en las aulas" porque sin lugar a dudas la ciudad es también cuna de la identidad nacional pluralista, solidaria y humanista.
(*) Historiador.
Director de la revista "Rosario,
la fuerza de su historia". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Las Juntas de Historia provinciales quieren que hechos como la Batalla de San Lorenzo no queden fuera del aprendizaje de los adolescentes. | | |