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 viernes, 10 de septiembre de 2004

Desaparecidos. El Patrullero A.R.A. Muratore esconde historias de torturas
La ex "Esma flotante", en Rosario
La presencia del buque en el muelle municipal reaviva un poco difundido capítulo de la represión procesista

Mauricio Maronna / La Capital

Mientras los campos clandestinos de detención de la dictadura se fueron convirtiendo poco a poco en centros de la memoria o museos destinados a que queden registrados los episodios de la represión ilegal, hoy tocará puerto en Rosario el buque Murature, que, durante los años de plomo, se utilizó para encarcelar y torturar a disidentes del Proceso. Frente al silencio de la mayoría de los organismos de derechos humanos y al auspicio de la Municipalidad, la ex "Esma flotante" se mostrará, portentosa y dispuesta a recibir al público con entrada libre y gratuita. Una extraña paradoja de la historia.

La nave, que depende del Comando de la Escuadrilla de Ríos con asiento en la Base Naval Zárate tiene por función mantener expeditas las vías de navegación, adiestrar a los alumnos de los institutos de formación de la Armada y operar en apoyo de la comunidad en casos de desastres naturales. El Murature y el A.R.A. King, patrulleros de 78,14 metros de eslora y 8,85 de manga, tienen una tripulación de 78 hombres y viajan, además, con 60 cadetes de la Escuela Naval Militar, quienes se encuentran en período de adiestramiento.

Detrás de esa información institucional se esconde uno de los secretos mejor guardados de la dictadura, aunque en la página www.nuncamas.org queda la constancia histórica de que el Murature formó parte de un circuito de represión, conocido como "área 400", al mando de fuerzas combinadas del Ejército, la Armada y la Policía Bonaerense que abarcaba el Tiro Federal, la Fábrica Militar de Tolueno, la comisaría de Campana, la Prefectura, el Arsenal y las comisarías de Zárate y de Escobar.


Recuerdos sobre el agua
Meses atrás, un grupo de sobrevivientes reconoció al Murature como el lugar en el que habían pasado sus días. "La secretaría bonaerense de Derechos Humanos se presentó, a principios de este año (2004), como querellante en la causa en la que se investiga un circuito de represión que funcionó en la zona de Zárate-Campana y a raíz de ésta, el 29 de marzo pasado se realizó el allanamiento del buque Murature de la Armada, donde un grupo de sobrevivientes reconoció el lugar como el sitio en el que estuvieron detenidos", consigna el periódico La Unión, que se edita en la zona sur del conurbano bonaerense.

Los ex detenidos lograron reconocer perfectamente las instalaciones del Murature: "Algunos señalaron el guinche desde el cual los colgaban de los pies y los sumergían en el río para torturarlos. Otros recordaron los hierros sobre los que los acostaban, les arrojaban baldes de agua y los picaneaban", narró la funcionaria judicial que participó del recorrido.

Fueron seis personas que se tomaron su tiempo para caminar por las instalaciones, aunque algunas de ellas sufrieron crisis nerviosas al darse cuenta de que, efectivamente, se encontraban en el mismo lugar en el que habían sido ultrajados.

Los represores los subían a una lancha y los llevaban, navegando por el río Paraná, al Murature. En la bodega de la embarcación los mantenían durante días, atados, vendados y esposados a la espalda. "No nos dieron de comer ni de tomar. Recuerdo haber bebido un líquido, con mucho gusto a óxido, que circulaba por el piso", afirmó Raúl Marciano, uno de los detenidos-desaparecidos.

El sobreviviente también recordó que en el barco se encontraba la doctora Marta Velazco, desaparecida: "Fue muy maltratada. Era dramático escuchar los gritos de su esposo", el también desaparecido Hugo Luis Morini.

Otra sobreviviente, por su parte, dijo que en el buque reconoció entre el grupo de detenidos a Blanca Buda, Teresita Di Martino, Lidia Castaño, Alberto Masa, Juan Carlos Deghi y a un hombre de apellido Mene.

Al cabo de varios días, todos fueron llevados nuevamente a tierra.

Consultado por La Capital sobre la llegada a la ciudad del buque, Rubén Chababo, director del Museo de la Memoria, dijo que "a medida que pase el tiempo se van a descubrir otros lugares que funcionaron como cárceles clandestinas; no creo que todos los espacios deban ser convertidos en lugares museológicos o intocables, pero tienen que estar señalizados y se le debe narrar a la gente que hubo gente que sufrió y que padeció torturas. Creo que es una forma de salvar el recuerdo de lo ocurrido sin necesidad de que esos sitios queden inutilizados".


Arqueologías fúnebres
Respecto a que desde la Municipalidad se convoque a recorrer la nave sin referencia a los antecedentes, Chababo admitió que "resultaría eficaz que se advierta a la gente sobre lo que ocurrió. La Argentina está sostenida por arqueologías fúnebres que, en determinado momento, la sociedad no quiere ver pero es necesario revelar".

Hoy, junto al A.R.A. King, el Muratore amarrará en el muelle municipal, frente al Monumento Nacional a la Bandera, y estará abierto a la visita del público en general hasta el domingo, en el horario de 11 a a 19.

La embarcación arrastra historias de un pasado tenebroso, aunque su actual tripulación nada tenga que ver con los años de plomo. Y la nave va.

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El Murature formó parte de un circuito al mando de fuerzas del Ejército, la Armada y la Bonaerense que abarcaba Campana, Zárate y Escobar.

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