| viernes, 10 de septiembre de 2004 | La obra "Porteñas" se presenta a partir de hoy en el Auditorio Fundación Luisa Kuliok: "La mujer debería luchar para ser lo que es y no para parecerse a los hombres" La actriz aseguró que la obra propone una mirada al género desde puntos de vista opuestos Rodolfo Bella / La Capital Cinco mujeres se reúnen a lo largo de más de cien años en "Porteñas", la pieza de Manuel González Gil que se estrena hoy, a las 21, en el teatro Fundación Astengo, Mitre 754. La actriz Luisa Kuliok contó a La Capital cómo es su personaje y cómo resultó esta experiencia teatral junto a María Rosa Fugazot, Esther Goris, María Valenzuela y Virginia Lago en la cual la mirada femenina es una excusa para contar buena parte de la historia del género. La obra se presentará también mañana, a las 21, y pasado mañana, a las 20.
-¿Estas mujeres son sólo porteñas?
-Habla de todos nosotros. Trasciende el tema de la porteñidad. En realidad se podría llamar "Argentinas". Lo interesante que plantea es que arrancan siendo mujeres con distintas posturas y a lo largo del tiempo encuentran la forma de escucharse, de mirarse se tenerse en cuenta y aunque no coincidan en la manera de pensar son capaces de conciliar y de convivir. Es una apuesta clara al sentido democrático de la convivencia, en la tolerancia y en el disfrute de la alegría del otro.
-¿Es una obra feminista?
-No es ni feminista ni para mujeres. Los hombres están presentes a lo largo de la obra y termina siendo una historia de unidad, sin perder la individualidad. Son personajes que recorren la historia desde el siglo pasado con distintas características porque no es lo mismo una feminista de 1909 que otra de 1951 o 1985.
-¿Qué les falta conseguir a las feministas?
-Muchísimo, porque el mundo sigue manejado por los hombres y en cosas muy sutiles. Por ejemplo el voto. Mi personaje habla del voto, pero del voto femenino y del pensamiento libre. Son batallas muy lentas. Las mujeres hace más de cien años que luchan, pero recién en los últimos 50 años fueron los mayores logros. Uno lo ve cuando piensa en mujeres como Juana Manso o Julieta Lanteri, es todo muy nuevo y creo que en la búsqueda también hubo errores, que hacemos cosas que son más pulsionales que meditadas y que a veces se corre al hombre de lugar.
-¿Por dónde debería pasar la búsqueda correcta?
-Por el hecho de que la mujer pueda ser como es y no para parecerse al hombre. Que tenga derecho a la propia voz y a la integridad. Cuando era chica aparecían aquellas cosas que hablaban del derecho de la mujer al orgasmo. Después parecía que si no tenías orgasmo no eras mujer. Me parece que queda bastante hasta que aparezca una depuración de la línea de sensibilidad y pensamiento femenino, pero forma parte del camino. Hay que hacerlo, pero no es fácil.
-Las feministas radicales españolas se escandalizaron porque las mujeres del gabinete de Gobierno posaron para Vogue ¿el feminismo reniega de la femineidad?
-Creo que se pueden ser las dos cosas, la militancia y la femineidad. Personalmente me interesa el feminismo como la exacerbación de lo femenino. Creo que el desafío es poder aparecer con toda la sensualidad, la ternura y la inteligencia de la que es capaz la mujer y al mismo tiempo el espacio propio. Nadie nos tiene que dar un lugar porque ese lugar es nuestro. Por otra parte, a lo largo de la historia, todos los hombres, estaban signados por las esposas que tenían. Los grandes luchadores siempre tenían compañeras que en el silencio marcaron el rumbo. Es hora de que tengamos nombre propio.
-No adhiere a posturas radicales...
-Me interesan las mujeres que defienden su lugar, pero de ninguna manera desde lo radical. No creo en nada radical porque sino el feminismo sería como el machismo. Políticamente tampoco porque las izquierdas radicales son como las derechas.
-¿Cómo se relacionan las mujeres que interpretabas en la telenovelas con este discurso?
-Están muy relacionadas porque eran mujeres que sufrían mucho. Pero eran mujeres de temple, que aún con el miedo, el llanto, el dolor, seguían adelante y siempre estaba además de la historia de amor, la búsqueda de la propia identidad. El existir no sólo a través de la historia de amor porque el hombre te confiere un espacio, sino del propio ejercicio de ser uno mismo. Era algo de lo que me interesaba hablar. En "La extraña dama", "Venganza de mujer", "Más allá del horizonte", "Cosecharás tu siembra", pasaba eso.
-¿En las telenovelas siempre ronda el machismo?
-Lo que pasa es que yo hice telenovelas diferentes porque decidí correrme del lugar de la mujer sumisa, que en general era así cuando yo hacía telenovelas y que siempre estaba sufriente y creo que esto no es real porque cuando la mujer es sumisa en la vida, porque no le quedó otro remedio o porque hay hombres que son muy invasores, esa sumisión tiene enormes ribetes de resistencia y de fortaleza. No es una sumisión de pobrecita. Anna Karenina, Madame Bovary o Margarita Gautier, de "La Dama de las Camelias", son grandes románticas y no son sometidas.
-¿Cómo se ve eso en la actualidad?
-En la vida pasa lo mismo. Un ejemplo es lo que pasa con la inseguridad porque quienes siempre ponen el pecho son las mujeres, que salen a la calle, hablan con los medios, protestan, piden por sus hijos, o salen a parar la olla.
-¿Hoy la televisión refleja mejor la realidad?
-No. Las cosas que nos preocupan son siempre las mismas y aquellas heroínas de la televisión contaban cosas que tenían que ver con lo real. Son historias que quedaron para la memoria, como "Rolando Rivas". Creo que lo se hace hoy son historias que tienen alto rating, pero no se si quedarán para la memoria. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Fugazot, Goris, Kuliok, Lago y Valenzuela transitan un siglo de resistencia femenina. | | |