| miércoles, 08 de septiembre de 2004 | Casa del Artista Plástico de Rosario Es una lástima que, luego de muchos años de pedir y pedir a todos (y perder lo poco conquistado), deba llegar a esta instancia, para que recapaciten. No importa, no corresponde o no es el espíritu de esta carta, ni el de los integrantes del gran problema, agredir a nadie, echar culpas a nadie, ni faltar el respeto. Sólo que la Casa del Artista Plástico se está viniendo abajo. Y no sólo es por la parte estética, porque no se pueden hacer exposiciones de cuadros tranquilos, ni invitar a exponer a reconocidos artistas plásticos, ni construir proyectos, talleres, cursos, conferencias y vivir con miedo a las lluvias, inundaciones, etcétera, etcétera; sino porque, directamente, se está viniendo abajo. No se va a claudicar, no se van a bajar los brazos, no se van a olvidar las conquistas ganadas, hoy olvidadas, no se va a dejar de amarla y luchar con todo. ¿Tanto le cuesta a la Municipalidad de Rosario, a la Secretaría de Cultura, a Arquitectura y Planeamiento, volver a obtener el subsidio logrado que servía para ayudar a mantenerla? Hoy no funciona la bomba de agua y el techo -piso del edificio de arriba- se está cayendo. Cientos de personas rogamos que no se olviden de ella, que la ayuden, protejan y cumplan, no solo para ahora, o para el Tercer Congreso Internacional de la Lengua, sino por y para el arte y la cultura toda de la ciudad, de todos los rosarinos para siempre.
Bernardo Conde Narbaiz Elía
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