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 miércoles, 08 de septiembre de 2004

En el camino
Peugeot 307 CC: para compartir el aire libre
La marca francesa presentó en Argentina la versión coupé-cabriolet del modelo. Viene con motor naftero 2.0 y la opción de caja manual o automática

Jorge Kaplán / La Capital

A días de cumplirse un año de su presentación mundial, Peugeot lanzó en Argentina el 307 CC Coupé Cabriolet, un convertible con techo rígido que se esconde en el baúl construido sobre la berlina del mismo modelo pero acondicionada para exigencias más deportivas. Este auto continúa el estilo del conocido 206 CC pero mejora notablemente el espacio interior a partir de una plataforma más grande, lo cual le permite transportar a cuatro pasajeros adultos cómodamente sentados y mantener un baúl respetable aun con el techo escondido. Viene con el motor naftero 2.0 y la opción de elegir caja de cambios manual o automática. Autos probó este nuevo modelo de la casa del león en las soleadas rutas de San Rafael, Mendoza.

El 307 CC a esta altura es un auto bastante conocido en todo el mundo, fundamentalmente por los amantes del mundo tuerca ya que es el modelo que utiliza Peugeot en el campeonato mundial de rally, claro que con el techo bien soldado, pero las formas exteriores son claramente reconocibles.

En primer lugar merecen mencionarse las características del techo. Es rígido, de chapa con una articulación en el borde de la luneta. Mediante un sistema totalmente eléctrico (que incluye 12 sensores de posición y 5 sistemas hidráulicos) que se acciona con comando ubicado entre los asientos, se levanta hacia atrás la tapa del baúl, el techo y la luneta comienzan a replegarse hasta quedar totalmente guardado y plegado dentro del baúl, cuya tapa se vuelve a cerrar al finalizar la operación, que demanda unos 25 segundos. A la inversa es para volver a colocarlo, en todos los casos son ningún tipo de acción manual. En el baúl hay una cortina retráctil que debe estar desplegada para guardar el techo y su función es evitar que el vidrio de la luneta toque el equipaje y pueda rayarse. El accionamiento puede hacerse en movimiento, siempre y cuando la velocidad no supere los 10 km/h.

Con otro comando contiguo al del techo se pueden subir o bajar de forma conjunta los cuatro cristales de las ventanillas para minimizar el impacto del viento en los pasajeros.


Personalidad propia
El CC comparte la plataforma del 307 y tiene todos los elementos de confort y seguridad que trae la berlina más equipada pero tiene algunas importantes diferencias. El CC es 14 cm más largo principalmente por un voladizo trasero mayor (pensar que es un tricuerpo), pero mantiene la distancia entre ejes.

En cambio, la altura del CC es 9 cm menor que la berlina por dos razones: una es mejorar la aerodinamia y la otra reducir el largo del techo para que pueda guardarse en el baúl, lo que obligó a un parabrisas más inclinado hacia atrás.

Los parantes del pilar A fueron reforzados para protección en caso de vuelco con estructuras tubulares, lo mismo que toda la base de la carrocería para conseguir una rigidez estructural acorde a su nueva arquitectura (sin techo) y sobrellevar las exigencias dinámicas de una conducción deportiva. De hecho, el CC pesa 250 kilos más que la berlina.

Tanto por fuera como por dentro, la identidad de la familia 307 está intacta, aunque en el interior se notan algunas diferencias en las terminaciones del tablero, el volante, los pedales y la palanca de cambio, con piezas de aluminio y decoraciones metálicas.

El baúl del 307 CC tiene un volumen de 417 litros (coupé) y se reduce a 232 en su personalidad cabriolet, lo cual es bastante grande y permite guardar un par de valijas de regular tamaño. Todo esto conservando el alojamiento de una rueda de auxilio completa.


La mecánica
El motor es el conocido naftero 2.0 de 16 válvulas que entrega 138 caballos de potencia, mientras que la caja puede ser una manual de 5ª, o una automática Tiptronic System Porsche de 4 velocidades que permite optar entre el uso automático o semiautomático mediante un comando secuencial. Con esta mecánica supera los 200 km/h de velocidad, claro que la performance es superior en el caso de la versión manual. Las relaciones de estas cajas son algo más cortas que las de las versiones berlina.

El chasis es el del 307 berlina pero con las adaptaciones del caso, sobre todo en las suspensiones y frenos. Se modificaron los resortes, las leyes de amortiguación y la distribución de pesos es diferente fundamentalmente por los refuerzos en la base de la carrocería.

En las unidades que se enviarán a la Argentina se modificó la caja de velocidades con relaciones más cortas (atendiendo el espíritu tuerca que campea en estas tierras) y se colocó un protector de cárter más fuerte para protegerlo de los lomos de burro y demás accidentes geográfico-viales que acechan en las rutas vernáculas.

Por el lado de la seguridad, el 307 CC incorpora dos arcos de protección en los respaldos de los asientos traseros que se elevan mediante un sistema pirotécnico accionado por un detector de vuelco. La protección antivuelco se completa con los parantes de los parabrisas que esconden tubos de acero de 54 mm de diámetro y 5 mm de espesor. En las pruebas de las normas europeas EuroNCAP, el modelo sacó cuatro estrellas (de cinco posibles) y es la mejor calificación obtenida por un cabrio de techo duro.


Al volante
A la hora del manejo, el modelo se muestra muy estable y maniobrable en lo rápido y en lo trabado, con unas suspensiones más bien duras que penalizan el confort pero aseguran un buen comportamiento dinámico a la hora de una manejo más sport.

La posición de manejo es algo más baja que en la berlina y las regulaciones permiten encontrar rápidamente la ideal. Atrás, las plazas son cómodas con lugar para las piernas (es un verdadero cuatro asientos), y el único inconveniente lo pueden tener las personas altas pues sus cabezas quedarán muy cerca del techo cuando esté cerrado.

La insonorización de la coupé es muy buena, y en cabrio el viento no alcanza a molestar, menos si se suben los cristales.

Según indicaron los directivos de Peugeot, el 307 CC se desarrolló en base a la experiencia recogida con el 206 CC y las sugerencias de los clientes. El modelo más chico lleva vendidas en el mundo 260 mil unidades y el 307 CC ya es líder en Europa en el segmento. Hoy se produce en la planta de Sochaux a un ritmo de 280 unidades por día. Para la Argentina, las previsiones son más módicas: esperan colocar un mínimo de 10 unidades al mes, duplicando las ventas del 206 CC.

El precio del 307 CC es de 32.700 dólares (versión manual) y 34.300 (automático). Los competidores son pocos: el único verdadero cabrio de techo duro no Peugeot en Argentina es el Mercedes Benz SLK que cuesta 65.400 dólares, y otro cabrio de precio similar pero con techo "blando" es el Volkswagen New Beetle que sale 28.300.

El 307 CC será el estandarte de la imagen de Peugeot en Argentina y tiene con qué responder. La doble condición de coupé y cabrio, con espacio para cuatro pasajeros adultos y equipaje, y un precio razonable para el segmento, lo convierten en un auto muy tentador para los amantes del viento y el camino.

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