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 domingo, 29 de agosto de 2004

Tejedores de la puna unen las manos
Una cooperativa de Abra Pampa ofrece a los visitantes ruanas, ponchos y chales artesanales

Alba Silva

Los miembros de la cooperativa "Por un Nuevo Hombre Americano (Punha)" de la localidad jujeña de Abra Pampa mantienen sus fuentes de trabajo con la consigna de aprovechar los recursos naturales y recuperar las costumbres ancestrales. Tras el cierre de varias minas a fines de los 80, en la puna sucedió lo mismo que en muchas otras partes del país: se pagaron indemnizaciones que se evaporaron rápido y la gente se quedó sin plata, sin trabajo y sin saber qué hacer con su tiempo.

Como consecuencia de esa situación, muchos se organizaron en esta cooperativa que comenzó a capacitar artesanos y logró que 1.500 personas se convirtieran en expertos en el tratamiento de fibra de llama, de oveja y de vicuña, cuyo precio no tiene techo.

Esas fibras tejidas se cubren con tinturas obtenidas de remolacha, yerba mate, repollo u otras plantas naturales de la puna, como lachigueta, tola o quinchanal,

Margarita Figueroa, una de las mujeres miembros de la cooperativa, cuenta que "las chicas jóvenes, al principio, no querían hilar porque decían que eso lo hacía su abuela. Pero ahora los frutos están a la vista luego de más de 16 años de trabajo en cooperativa y en red".


Mantas y guantes
Ponchos, ruanas, chales, medias, guantes, tapices, mantas y peleros son algunos de los finos productos que salen a la venta desde la cooperativa en Abra Pampa, localidad llamada también la "Siberia argentina" por la rigurosidad del clima y la extensión de las llanuras, en las que sólo crece el "ichu" (planta de altura).

Herman Zerpa es el actual intendente de Abra Pampa. Además de ser docente, tiene el mérito de haber sido el primero en sentarse a hilar y a tejer ante la mirada descreída de sus paisanos, que no vislumbraban el paso de mineros a pastores o tejedores.

Hay otros proyectos en marcha como la legalización de las tierras o el desarrollo del turismo, pero también se procura recuperar la lengua, las yerbas medicinales y hasta "el parto en cuclillas" como hacían las abuelas, según cuenta Zenon Lamas, un joven que desborda entusiasmo en su puesto de la cooperativa. (Télam)

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Los tejedores de la puna utilizan técnicas ancestrales.

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