Por robo, está preso un oficial de un área clave de la policía provincial

Le imputan sustraer U$S 10.500 y monedas antiguas.Trabaja en el D5, que investiga delitos de uniformados

Un oficial principal que trabaja en el Departamento Judicial de la Jefatura de Provincia, un área de peso dentro del organigrama de la fuerza, fue detenido el viernes por su presunta participación en un robo a mano armada ocurrido a principios de julio en perjuicio de un productor agropecuario de Soledad, una pequeña localidad del departamento San Cristóbal, donde un trío de hampones se apoderó de 10.500 dólares y de una colección de valiosas monedas antiguas.

El arresto de J.L. causó un cimbronazo en la cúpula de la policía provincial. El Departamento Judicial, conocido también como D5, es una de las estructuras estratégicas en el organigrama de la fuerza. Tiene a su cargo -nada más y nada menos- la confección de sumarios e investigaciones de episodios irregulares en los que aparecen involucrados efectivos de la fuerza.

El policía sospechado de tener alguna participación en el hecho es sobrino de la víctima y vive en la capital de la provincia. Según trascendió ayer, mantenía un viejo encono con sus tíos por motivos que hasta el momento no se conocían con precisión. La probable participación del agente en el asalto fue sugerida de lleno por sus propios familiares, quienes el jueves plantearon sus sospechas ante el juez que investiga el atraco en San Cristóbal, Aldo Precerutti.

Entonces, el magistrado libró un exhorto a su colega santafesino, Diego de la Torre, para que ordenara allanar el domicilio del oficial principal J.L., empleado del estratégico Departamento Judicial de la Jefatura Provincial. El operativo fue realizado por efectivos de la Dirección de Asuntos Internos el viernes a la mañana en la vivienda ubicada en Luciano Torrent al 1600, de la ciudad de Santa Fe.

Con las órdenes impartidas por Precerutti, los oficiales de Asuntos Internos se llevaron detenido e incomunicado a J.L. y también incautaron más de dos mil monedas de colección, que el agente guardaba en su casa. Tanto el policía como las piezas de numismática fueron remitidos de inmediato a los tribunales de San Cristóbal. Un paso fundamental será el reconocimiento que la víctima del asalto pueda hacer de los objetos encontrados en la casa del policía.

El hecho por el que se lo investiga a J.L. sucedió a principios de julio en Soledad, una localidad cercana a San Cristóbal que está ubicada a unos 270 kilómetros al noroeste de Rosario. Las víctimas fueron Efraín Gómez y su mujer, una pareja de productores agropecuarios y dueños de una discreta flota de camiones. El matrimonio fue sorprendido por tres hampones armados. Uno de ellos llevaba la cara tapada con una capucha.

Los asaltantes se llevaron 10.500 dólares que Gómez había obtenido por la venta de un vehículo y una colección de monedas antiguas que conservaba hacía mucho tiempo. El atraco comenzó a ser investigado por la policía de San Cristóbal, pero al parecer no hubo avances significativos en la pesquisa hasta que el propio Gómez concurrió el jueves pasado a ampliar su declaración testimonial. Así, según se supo ayer, habría arrojado sus suspicacias hacia su familiar.

Al parecer Gómez y J.L. no tenían una buena relación. En base al segundo testimonio de la víctima, se estableció que el policía había estado unos días antes del robo en Soledad y que tenía conocimiento del negocio hecho por su tío, por el que embolsó los diez mil dólares. Gómez contó además que le había llamado la atención de que sólo uno de los ladrones llevara la cara y que su pariente también coleccionaba monedas.

Por eso el juez de San Cristóbal solicitó el arresto de J.L. y el allanamiento de su casa. El personal de Asuntos Internos encontró unas 2 mil monedas que ahora serán sometidas a reconocimiento de Gómez y probablemente indague al sospechoso mañana mismo. En diálogo con La Capital, el magistrado aclaró: "Estamos en una etapa inicial de la pesquisa. Esto quiere decir que no hay aún certezas absolutas sobre la participación del oficial en el robo, pero sí hay indicios como para indagarlo".

Precerutti le tomó declaración indagatoria al sospechoso ayer mismo, y admitió que la acusación sobre el uniformado surgió "del núcleo cercano de la víctima". No obstante, el juez aconsejó esperar el desarrollo de la causa judicial.

Para algunos miembros de la policía, el D5 es la "mano derecha" del jefe provincial. En esa oficina se elaboran los sumarios con sanciones como cesantías o pases a disponibilidad que son firmados por los comisarios generales Leyla Perazzo y Jorge Palavidini, números uno y dos de la fuerza santafesina.

Monedas antiguas, valiosas y de colección, como las sustraidas en julio al productor.