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 domingo, 29 de agosto de 2004

ALIMENTACION
Apetito adolescente

El Ministerio de Salud de la provincia, a través del departamento de Nutrición de la Dirección de Promoción y Protección dependiente de la Subsecretaría de Salud, dio a conocer algunas sugerencias relacionadas con la alimentación de jóvenes y adolescentes.

La alimentación del adolescente es extremadamente variable de un joven a otro y debe adaptarse a su morfología (edad, sexo, contextura y actividad física). Es en esta edad cuando se adquieren los hábitos alimentarios del adulto los cuales serán transmitidos años después a su nueva familia. Como generalmente tienen apetito, es necesario saciarlo sin desequilibrar el conjunto de la ingesta y vigilar que el total energético sea razonable.

En general los ritmos alimentarios de los jóvenes son alterados por reacción contra la vida familiar y por el deseo de libertad. El desayuno es eludido. La comida del mediodía se hace a toda prisa, se pica a cualquier hora del día, sólo la cena a veces en familia, continúa siendo tradicional.

Se sabe que el organismo metaboliza mucho mejor los alimentos si están repartidos como mínimo en 4 comidas, y no cuando se realizan 2 grandes ingestas.

La distribución más conveniente es la siguiente:

* 25 por ciento del suministro energético en el desayuno.

* 30 por ciento en la comida del mediodía.

* 20 por ciento en la merienda.

* 25 por ciento en la cena.


Nutrientes esenciales
Estando el adolescente aún en período de crecimiento, la necesidad de aminoácidos indispensables, exige la presencia de proteínas de origen animal en un 50 por ciento del total de la ingesta proteica diaria. Una porción de carne (vacuna, pescado, ave) 150 gramos, 1/2 huevo, 1/2 litro de leche o yogurt o 2 porciones de queso aseguran no solamente los suministros proteicos suficiente, sino también el hierro y el calcio indispensables.

Es importante vigilar que las reservas de calcio sean suficientes sobre todo en la adolescente, ya que las que consumen productos lácteos en cantidades elevadas, tienen menos problemas de calcio óseo en la menopausia. También es prioritario considerar el aporte diario de hierro por las pérdidas naturales a través de la menstruación, a fin de prevenir la anemia.

Los productos de origen animal aseguran el suministro de vitaminas del grupo B de las que se necesita un aporte considerable, porque los alimentos de origen vegetales no los proporcionan.

Las frutas y verduras suministran una importante cantidad de vitaminas y minerales. Por su riqueza en fibras son indispensables, aunque con frecuencia suelen ser ignorados por los jóvenes. Son necesarios diariamente de 400 a 500 gramos de verduras crudas o cocidas, y 2 porciones de frutas de todo tipo y color para el equilibrio mineral y la regularidad del tránsito intestinal.

Los cereales y pastas contienen sustancias nutritivas: hidratos de carbono complejos que aportan la energía suficiente que el organismo necesita para aprovechar bien el resto de los nutrientes. También aportan fibras los cereales integrales y los fortificados que contienen vitaminas y minerales que pueden ayudar a satisfacer las necesidades del organismo, fundamentalmente para quienes consumen poca cantidad de frutas y vegetales. Para una educación nutricional se recomienda:

* Distribuir, del mejor modo posible, la ingesta durante el día, procurando que el desayuno constituya una verdadera comida, para rendir más en la labor.

* Aumentar la ingesta de leche y productos lácteos.

* Comer dos porciones de vegetales (crudos y cocidos) y 2 frutas medianas.

* Valorar ciertas preparaciones con relación a otras: cereales integrales frente al arroz pulido; jugos de frutas frente a gaseosas o jugos artificiales; pan y cereales frente a productos de pastelería; productos lácteos frente a embutidos.

* Comer suficientemente en las comidas principales para no tener necesidad de ingerir dulces, galletitas, alfajores, entre comidas. Dichos productos contienen azúcares y grasa en abundancia que contribuyen a desequilibrar la alimentación del día.

* Ingerir maníes, almendras sin salar, nueces, semillas de sésamo y girasol (grasas insaturadas) frente a los productos fritos tipo copetín, galletitas y amasados de pastelería que contienen grasas saturadas.

* Evitar y/ o disminuir el consumo de bebidas alcohólicas porque alteran el crecimiento, agreden al hígado e impide al organismo la incorporación de nutrientes esenciales como la vitamina A.

* Tomar abundante cantidad de agua durante todo el día, porque es un elemento vital que cumple funciones importantes como la de transportar sustancias esenciales.

Los que realicen actividad física extra deben adaptar su alimentación no solamente al deporte que practiquen , sino también a la naturaleza e intensidad del entrenamiento. Alimentarse bien significa comer a lo largo del día con moderación, además de elegir una dieta variada para asegurar la incorporación y aprovechamiento de todos los nutrientes que el adolescente necesita para crecer y vivir saludablemente, aprovechando el momento delas comidas para el encuentro y diálogo con otros.

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