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El movieoke llega para actuar junto a Bogart

"Mírame a los ojos, nena" ¿Qué fanático de Humphrey Bogart no ha querido disfrutar al menos una vez ser Rick Blaine en "Casablanca"? O el mítico "Tú, estás hablándome a mí, ¿estás hablándome a mí?" de Robert De Niro en "Taxi Driver". Para todos los que quieren evitar que la estrella que llevan dentro siga oculta, la solución se llama "movieoke". Tanto en el bar "Den of Cin" de Nueva York como en el Café Farrago de Saint Louis, en Estados Unidos, y en el Celebrities de Vancouver, Canadá, los sueños de Hollywood se hacen realidad. "Movieoke es como el karaoke, pero con clips de películas en lugar de sólo con música", explica Anastasia Fite, creadora de la empresa.

La idea le sobrevino a esta directora y escritora cuando, trabajando en un guión, dio con un personaje que se pasaba el tiempo recitando fragmentos de películas clásicas. La idea prendió con rapidez. Después de ser presentado en el Festival de Verano de Montreal, donde muchos europeos quedaron agradablemente sorprendidos con él, ahora es el turno del Viejo Continente.

"Quiero que la gente aparezca en sus reproductores de DVD, en sus escenas favoritas, y las vean una y otra vez", dice Fite. En los bares de "movieoke" se proyectan las imágenes de la película sobre una pantalla, donde el nuevo intérprete ocupa el lugar que corresponde a su papel.

Una de las escenas favoritas de "Anastasia", que repite ocasionalmente para alegría de los parroquianos, es la rutina para el endurecimiento de muslos que Jennifer Beals inmortalizó en "Flashdance". La gente del campo suele preferir ser John Wayne, o mirar a otros intentándolo, mientras que en Nueva York los más buscados son los papeles de Marlon Brando, como en "El Padrino".

Hace poco nació una nueva moda: concursos de "movieoke" de películas pornográficas, en las que el ganador debe fingir mejor que todos un orgasmo emulando a Meg Ryan en "Cuando Harry conoció a Sally".