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 domingo, 22 de agosto de 2004

Perspectivas. Asimov reeditado
Un retorno de la mano del cine
El estreno del filme "Yo, Robot" regresó al escritor ruso a las vidrieras, aunque esa novedad no implique una saludable relación con Hollywood

Marcos Cicchirillo / La Capital

Después de una andanada de forzadas adaptaciones de las novelas del lisérgico Philip K. Dick para alimentar a Hollywood ("Inteligencia Artificial", "Sentencia previa" y "El pago", pero sin olvidar la épica "Blade Runner" décadas atrás) fue rescatada para las pantallas gigantes otro clásico de la ciencia ficción: "Yo, Robot", del fundador de las leyes de la robótica, Isaac Asimov, que incluyó dentro del merchandising de la película la saludable reedición del libro.

A lo largo de los nueve relatos concatenados por Susan Calvin, uno de los personajes centrales de este género, Asimov -como lo hizo a lo largo de su prolífica carrera como escritor- se adentra en la exploración del ser humano en relación con un entorno tecnológico que hoy, 50 años más tarde, puede encontrarse en algunas de las escenas de la vida cotidiana. Basta con repasar algunos sectores industriales (plantas automotrices, bancos, etcétera) o de la medicina para comprobar que el futuro llegó hace rato.

La aparición de "Yo, robot" en 1950 para muchos extendió las fronteras dentro de la literatura de ciencia ficción. Pero el personaje de Susan Calvin, quien hace de nexo en los relatos, nació una década antes, en "¡Embustero!", que después formará parte de este libro que lo llevaría al Buen Doctor (como también fue conocido) a transformarse en unos de los principales referentes de la ciencia ficción.

Sus detractores, que no son pocos, suelen responder a esta última afirmación que una importante porción de su fama responde a la autopromoción, ya que era criticado, entre otras cuestiones, por su "simpleza" a la hora de escribir y su escasa vocación a la edición de sus obras antes de ser publicadas. Algo que el propio Asimov nunca negó y varias veces pareció darles la razón a través de relatos olvidables.

Sin embargo y dentro de los 500 títulos publicados por este hombre que vivió "las ciencias" desde la cocina -llegó a doctorarse en bioquímica e investido honoris causa por otra veintena de universidades-, se destacan el ciclo de "Fundación" y otras obras como "Los propios dioses" o "El fin de la eternidad". También sirvió a la causa de la ciencia, al ser uno de los fervientes divulgadores científicos en este mundo.

Al igual que sucede con la mayoría de los libros llevados por Hollywood a la pantalla grande, si se ve primero la película, es más que probable que cuando se pase a los relatos haya un dejo de decepción. Pero en este caso, y haciendo el camino inverso, la película "Yo, Robot" no plasma en el celuloide lo que Asimov buscó transmitir en sus relatos. Algo que ya le sucedió a otro relato del escritor con "El hombre bicentenario".

Al punto que por Internet circulan formularios, de seguidores indignados, para pedirle a la 20th Century Fox que le cambie el nombre a la película que protagoniza Will Smith.

Asimov es difícil de llevar al cine, casi algo similar -pero que salió airoso- fue Tolkien y el "El Señor de los Anillos", ya que en sus libros por lo general no existe la acción y están más bien centrados en los diálogos y en los personajes.

Además, repasando las tres leyes de la robótica, que es como comienza "Yo, Robot", tal vez se puedan encontrar otras razones por las cuales "Terminator" tuvo éxito y esta libre adaptación de la ciencia ficción llena de robots no: "1º: Un robot no puede dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño. 2º: Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley. 3º: Un robot debe proteger su propia existencia en la medida que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley. Manual de Robótica, 56º edición, año 2058".

Tal vez por este último detalle -"año 2058"- y pensando que llegue a ese año en las librerías y en las bibliotecas, si es que aún existen, la editorial Edhasa Nebulae reeditó este clásico de Asimov con tapa dura. Una decisión que en la actualidad parece de ciencia ficción.

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Ciencia ficción. Will Smith protagoniza una película que plantea la rebelión de las máquinas.

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