| domingo, 22 de agosto de 2004 | Desconocidos causan destrozos en el Paseo de la Memoria de San Lorenzo Derribaron protectores de árboles que representan a desaparecidos durante la última dictadura militar Marcelo Abram / La Capital San Lorenzo. - En la madrugada de ayer manos anónimas destrozaron siete protectores de árboles que recientemente fueron plantados en esta ciudad constituyendo el Paseo de la Memoria, que evoca a los 17 desaparecidos que la última dictadura militar dejó en el cordón industrial. Si bien el caso podría atribuirse a un simple hecho vandálico, llama la atención que el incidente se produjo a pocas horas del ataque a balazos a la casa del director de Derechos Humanos de la Municipalidad de San Lorenzo, Marcelo Remondino, quien a su vez es testigo en la denominada causa Feced, que instruye el juez federal Omar Digerónimo, y por la que varios ex represores están detenidos.
Los árboles fueron plantados el pasado 10 de agosto, en el marco de los festejos por un nuevo aniversario de la ciudad, en la esquina de Sargento Cabral y 3 de Febrero, donde se inauguró el Paseo de la Memoria. Los autores de los destrozos rompieron los protectores de siete árboles que se encuentran sobre el bulevar Sargento Cabral, pero afortunadamente no pudieron dañar a a ninguno de los jóvenes robles.
En dicho paseo aparecen los nombres de Hugo Parente, Lina Funes, María Montenegro, Susana Miranda, María Castellini, Carlos Vergara, Roberto Camuglia, Roberto De Grandi, Rafael Carroza, María Cuatrin, Carlos Kruppa, Rosa Benuzzi, Acevedo, Isabel Carlucci, Ramón Di Fiore, José Prat y Horacio Müller.
El acto de inauguración resultó muy emotivo, y la presencia de muchos familiares dejó en claro que el paso del tiempo no borró ni el dolor ni el daño que el terrorismo de Estado dejó en el seno de cada una de esas familias.
Una vez conocido el hecho las autoridades municipales realizaron la denuncia correspondiente, y personal de Parques y Paseos comprobó daños leves en los arbolitos y confían en que continuará su crecimiento. Luego de enderezar los retoños, repusieron en su sitio las cercas y las aseguraron.
Consultada por La Capital sobre los distintos sucesos, la intendenta Mónica de la Quintana manifestó que "si bien no se sabe quién puede haber causado los daños, ni por qué motivo, los sanlorencinos lamentan y repudian este tipo de actos violentos en un espacio destinado a guardar la memoria histórica de la región".
También agregó que no descarta ninguna hipótesis. "Si fue un simple acto de vandalismo les pido a los autores que reflexionen y no lo repitan, pero lo que pasó anteayer en la casa de Remondino hace que estemos atentos a lo que pueda pasar".
Tiros en la madrugada
Tiros en la madrugada Por otra parte, durante las primeras horas del viernes se produjo un intercambio de disparos entre la custodia del director de Derechos Humanos municipal, Marcelo Remondino, testigo en la causa Feced, y al parecer tres individuos que se dieron a la fuga. Se cree que las condiciones climáticas imperantes esa noche contribuyeron a que los agresores pudieran escapar sin dejar rastros.
La intensa niebla junto a la persistente llovizna que se abatía sobre San Lorenzo habrían generado el clima ideal que fue aprovechado por los tres individuos que dispararon contra la vivienda ubicada sobre calle Oroño al 2300, en las afueras de San Lorenzo.
Luego de que Remondino declaró a fines del año pasado como testigo en la causa penal que instruye Digerónimo, la Justicia dispuso custodia personal para varios de los testigos. En principio la vigilancia de la vivienda de Remondino estuvo a cargo de personal de la policía provincial, pero desde hace más de dos meses la responsabilidad quedó en manos de efectivos de Prefectura Naval.
Precisamente uno de estos efectivos fue quien relató que escuchó el silbido de una bala muy cerca de su cabeza, para luego contestar con disparos, a los que se sumaron su compañero y el propio Remondino que luego de ser alertado llegó armado de una escopeta.
Según consta en el parte policial no hubo daños materiales, ni personas lesionadas, y los tres sujetos, uno de los cuales llevaba una prenda blanca, se escaparon por un campo vecino en dirección noreste, sin que hasta el momento hallan podido ser localizados, mientras continuaban las tareas de rastrillaje en los terrenos linderos a los efectos de recolectar algún indicio.
Remondino contó que cuando escuchó la primer detonación pensó que "los muchachos de Prefectura le habían disparado a una comadreja que hace varios días me come las gallinas, pero cuando salí el custodio me dijo que me tirara al piso porque nos estaban disparando", y agregó: "Mi esposa se quedó en la habitación con la nena y yo tomé una escopeta y también disparé junto a los muchachos".
Sobre las posibles motivaciones del atentado, Remondino sostuvo que "no me caben dudas que esto pretende ser un acto intimidatorio y lo relaciono a mi constante militancia en contra de los represores. En el barrio todos saben que tengo custodia y ningún ladrón común se va a atrever a dispar contra un efectivo de Prefectura que se encuentra armado". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los vándalos derribaron las protecciones de los árboles recientemente plantados. | | |