| domingo, 22 de agosto de 2004 | Cómo se practica Existen numerosos métodos para meditar, algunos procedentes de antiguas tradiciones y otros de creación más reciente surgidos de los anteriores. En general, se utilizan varias técnicas. Las que emplean un objeto en el que fijar la concentración: una palabra, un texto, la propia respiración o algo externo como una vela. De este modo se detiene el bullicio mental que normalmente nos acompaña y se logra un estado de calma y relajación.
Un ejemplo es la meditación trascendental. Cuando una persona aprende la técnica, el instructor le proporciona una palabra que se denomina mantra que será el objeto de la concentración. Otra forma diferente es meditar mientras se camina. En esta última la atención se centra en cada paso, en el más mínimo movimiento y en las sensaciones que se experimentan.
Otra forma se encuentra en la meditación introspectiva donde el objetivo no es detener la mente, sino que se dejan discurrirr libremente los pensamientos, pero sin detenerse en ellos y sin juzgar su contenido. El meditante es un simple espectador. Estos son algunos métodos tradicionales accesibles para cualquier persona sin necesidad de tener que convertirse o profesar ninguna creencia. enviar nota por e-mail | | |