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 domingo, 22 de agosto de 2004

El gobierno quiere terminar con la inseguridad
El cambio de esfera de la Secretaría de Seguridad fue aplaudido por Solá. Crean un comando para San Isidro

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, definió ayer el traspaso de la Secretaría de Seguridad a la órbita del Ministerio del Interior como un "paso decidido que ha dado" el Ejecutivo nacional para combatir el delito, y confió en que todo lo que implique esta medida "va a contar con la colaboración y la decisión" del gobierno de Felipe Solá. Fernández ratificó el propósito del gobierno de "hacer todo lo necesario para terminar de una vez por todas con el problema" de la inseguridad y señaló que se trata de comprometer "toda la organización federal para ver el modo de afrontar esta situación".

En ese tren, el ministro de Interior, Aníbal Fernández sostuvo ayer que la nueva estrategia para combatir el delito es "poner a las fuerzas federales para tratar de morigerar o hacer desaparecer la modalidad delictiva de los secuestros". Durante una recorrida por los distintos puestos policiales en San Isidro, Fernández consideró que hay que desarrollar "estrategias distintas para garantizar en áreas con más riesgo un control fuerte". Para el titular de la cartera política, "hay que apostar a una política más contundente que permita atacar toda la problemática en materia de seguridad".

La decisión presidencial de traspasar la Secretaría de Seguridad a la órbita del Ministerio del Interior recibió ayer un contundente apoyo del gobernador bonaerense Felipe Solá, quien aprovechó para reclamar más dinero a la administración nacional para "invertir" en el plan de Seguridad provincial.

Juan Carlos Blumberg también manifestó su respaldo a la medida, aunque con reservas, y ratificó la marcha del próximo jueves en reclamo de mayor seguridad. Una de las voces más críticas fue la del líder de Recrear, Ricardo López Murphy, quien opinó que la decisión anunciada anteayer pone en evidencia que "no era cierto que el país es muy seguro", como deslizó el presidente Néstor Kirchner días atrás.

Por su parte, el ministro bonaerense León Arslanián juzgó "muy bueno" el traspaso que decidió el gobierno, al entender que "inspira mayor relieve al funcionamiento" del área de seguridad.

En el territorio bonaerense, destacó el funcionario, "estamos haciendo un esfuerzo muy grande en reclutar entre 15 y 16 mil nuevos policías en los próximos tres años" y en reequipar a los efectivos, entre otras estrategias.


Especialistas
Un comando de 80 efectivos altamente capacitados, dirigido por un miembro retirado de la Gendarmería, comenzará a funcionar mañana en San Isidro, en el conurbano bonaerense, la zona más castigada por la inseguridad, precisaron ayer fuentes gubernamentales.

En forma paralela, el Ministerio de Justicia bonaerense, a cargo del Eduardo Di Rocco, ha presentado un programa de descentralización de fiscalías, 40 de ellas en el conurbano bonaerense, para tener mejor disponibilidad de los recursos.

Según adelantó, las nuevas fiscalías no serán radicadas en las ciudades cabeceras, sino en zonas aledañas.

En cuanto a las tareas relacionadas directamente con la seguridad, fuentes de ese Ministerio bonaerense dijeron que el comando, con fuerzas de la Federal, Gendarmería y Prefectura que se establecerá en San Isidro, realizará sus tareas de control por el término de 60 días, dirigidas por el comandante general Enrique Gallesio, retirado de Gendarmería y experto en temas de seguridad. (DyN y Télam)

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Fernández y Arslanián, ayer.

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