| domingo, 22 de agosto de 2004 | cartas Multiplicación y reformas La multiplicación de las leyes, así como sus permanentes reformas en más de lo necesario, es un método que hace concebir esperanzas y pocas veces da resultado. Es prodigar las promesas y los propósitos economizando la acción. Es más efectivo un "toma cuatro" que un "te daré ocho". Pero es más fácil redactar veinte leyes o cien reformas que ejecutar puntualmente una sola de ellas. Si con millones de leyes en todo el mundo no se logra que se cumplan diez mandamientos, entonces la cuestión no es dar muchas leyes ni reformarlas a cada rato, sino hacerlas observar con sumo cuidado, castigando las contravenciones sin distinción de categorías y sin consideraciones personales. El que se constituye en administrador de la indulgencia hace un favor al que se la da. Es un agravio a quien se la niega y si la acuerda a todos, mata la ley.
Carlos Alberto Parachú
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