| miércoles, 18 de agosto de 2004 | Referendo en Venezuela. Las consecuencias de la decisión de las urnas El gobierno debe unir un país dividido Enfrenta el desafío de solucionar numerosas demandas sociales y de relanzar la economía Caracas. - El presidente Hugo Chávez, luego de ratificar su mandato en las urnas, enfrenta una "nueva etapa" en la que debe armonizar las urgentes demandas sociales con la necesidad de relanzar la economía y reunificar un país polarizado, según analistas, empresarios y políticos. Tras recibir el espaldarazo del 58% de la población, el mandatario manifestó su disposición a dialogar con la oposición -que buscó alejarlo del poder con el referendo del domingo- para encaminar y serenar al país, quinto exportador mundial de crudo.
Sin embargo, sus adversarios, quienes sostienen que el gobierno cometió fraude en el plebiscito, tienen serias dudas sobre las intenciones del militar retirado y temen que radicalice su revolución propiciando una mayor concentración del poder y presionando a los sectores que lo han combatido.
"Hago un llamado a todos a que nos aceptemos en diferencias. Aceptándonos los unos a los otros", dijo Chávez el lunes a la prensa. Tras su arrollador triunfo en el referendo fue avalado por los observadores extranjeros, entre ellos el Centro Carter y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Chávez, quien ha reconocido que debe reforzar sus programas para combatir la pobreza, aseguró que Venezuela "cambió para siempre" y que ahora viene una "nueva etapa", cuyo contenido no explicitó.
Pero el vicepresidente, José Vicente Rangel, aclaró ayer que la profundización de la "revolución" será sobre todo en el campo social en un país donde el 74% de la población es pobre y de ellos el 40% vive en la pobreza extrema, según los últimos datos del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello.
Algunos analistas sostuvieron que Chávez debe, además de enfriar el recalentado clima político, comenzar a tomar medidas para incentivar la economía, especialmente al sector privado, con el cual ha mantenido duros choques.
"Ciertamente, el triunfo en el referendo limpió las credenciales de Chávez en el corto plazo, pero él tendrá que trabajar para reducir la polarización política y promover iniciativas para el sector privado", dijo el analista privado Michael Penfold, profesor de la reputada escuela de negocios Iesa de Caracas.
Por su parte, la presidenta de la mayor agrupación empresarial del país, Fedecámaras, Albis Muñoz, coincidió al demandar la reconciliación política y la promoción de iniciativas para "reconstruir" la economía e impulsar el empleo, así como mejorar la política petrolera, fiscal, monetaria y cambiaria. "La realidad es que hay dos Venezuelas que tienen que ser conciliadas", subrayó, a la vez que pidió al Consejo Nacional Electoral (CNE) que haga las aclaraciones necesarias ante las denuncias de fraude planteadas por la coalición opositora Coordinadora Democrática (CD).
Muchos inversionistas locales habían apostado a una derrota del gobernante de ideas izquierdistas. En su primera sesión tras el referendo, el índice de la Bolsa de Caracas cayó 6,61% por una ola de ventas de las acciones líderes que habían subido fuertemente en las últimas semanas. Sin embargo, los altos precios del petróleo han beneficiado Venezuela y a su gobierno.
Chávez, a quien sus detractores acusan de querer implantar un sistema comunista, aprovechó los mayores ingresos para canalizarlos hacia los más necesitados, quienes respaldan mayoritariamente su gestión, y pagar los compromisos de la deuda externa, lo que fue aplaudido por inversionistas internacionales y analistas de mercados. (AFP) enviar nota por e-mail | | Fotos | | El presidente y su vice. | | |