| domingo, 15 de agosto de 2004 | Acapulco: diversión en la bahía Buceo por barcos hundidos, salidas de pesca y paseos en crucero durante el día además de una variada movida nocturna. Uno de los destinos más codiciados por los recién casados Con el sol brillando todo el año, un collar de playas doradas de treinta kilómetros de extensión y el horizonte recortado por las cumbres de la Sierra Madre del Sur, la ciudad de Acapulco se posiciona como el balneario top del Pacífico mexicano.
La bahía mexicana accedió al podio de los destinos de playa por ser el sitio elegido de las estrellas de Hollywood para compartir una escapada romántica, ofrecer el emocionante espectáculo de los clavadistas que se arrojan al agua desde más de treinta y cinco metros de altura y disponer de una infraestructura hotelera y de servicios de primer nivel.
Pero en Acapulco no todo es glamour, también hay lugar para los deportes de aventura. La propuesta incluye bajadas de buceo a barcos hundidos, excursiones de pesca, saltos en paracaída en la playa y recorridos de esquí acuático entre las impetuosas olas del océano Pacífico.
Los fanáticos del golf pueden elegir entre cuatro campos de dieciocho hoyos cerca del aeropuerto y otro de nueve hoyos, mientras que los amantes del tenis tienen la posibilidad de practicar su deporte favorito en las más de ochenta y cuatro canchas ubicadas en la zona portuaria.
Entre los paseos relacionados con la historia y la naturaleza sobresalen la visita al fuerte de San Diego y la posibilidad de nadar junto a los delfines en el parque acuático Cici.
Noches de diversión Luego de una intensa jornada de playa vale la pena disfrutar del emocionante espectáculo que ofrecen los clavadistas que se arrojan de La Quebrada desde una altura de treinta y cinco metros. Más tarde llega el turno de la cena y luego la movida se traslada a otros puntos de encuentro.
Si bien es un paraíso tropical alejado del vértigo del Distrito Federal, Acapulco está lleno de vida y literalmente nunca duerme. La oferta nocturna es reconocida a nivel mundial y tiene como escenarios modernas discotecas, restaurantes, bares y pubs donde la diversión se extiende hasta el amanecer y el tequila es el trago más solicitado.
Claro que para los más románticos está la posibilidad de sentarse a la mesa de un piano bar o disfrutar de unos tragos a la luz de las velas en el mismo balcón del hotel donde los focos iluminados de la costanera acompañan el semicírculo perfecto que dibuja la bahía de Acapulco.
Ricos y famosos Acapulco fue un sitio tranquilo hasta 1945 cuando se construyó una nueva ruta que redujo el viaje a sólo seis horas desde la ciudad de México. Luego, en 1964 empezaron los vuelos internacionales directos y poco tiempo después se convirtió en el refugio de la élite de Hollywood y ricos y famosos procedentes de todo el mundo.
En la ciudad mexicana hay más de 160 restaurantes que ofrecen platos de comida internacional y regional. La mayoría están al aire libre y tienen una vista extraordinaria de la bahía de Santa Lucía.
A la hora de ir de compras los visitantes pueden acceder a lujosas boutiques y galerías con aire acondicionado o bien recorrer los mercados al aire libre que ofrecen las creaciones de artesanos mexicanos. También funcionan galerías de arte y atractivos centros comerciales.
Luna de miel Hace veinte años Bill y Hillary Clinton pasaron su luna de miel en Acapulco. Y cuando regresaron unos años después para sostener reuniones con el presidente de México sobre asuntos políticos recordaron el viaje de bodas y las bellezas del balneario del Pacífico.
Que sea uno de los destinos más románticos del mundo no es un secreto. John y Jackie Kennedy también compartieron aquí la luna de miel al igual que Elizabeth Taylor y Michael Todd, entre otros personajes reconocidos mundialmente.
El trato cordial que dispensan sus habitantes sumado al paisaje marítimo, el sol eterno y las propuestas de entretenimiento nocturno convierten a Acapulco en la tierra prometida para los recién casados.
Las excursiones más solicitadas por los mieleros son las bajadas en paracaídas en la playa para los más aventureros, y los cruceros por la bahía, elegida por las parejas más tranquilas.
Construido alrededor del 1615 para proteger el puerto de los ataques de los piratas que por entonces asolaban las costas del Pacífico mexicano, el fuerte de San Diego es una grandiosa estructura defensiva en forma de estrella de cinco picos abierta a los ocacionales visitantes.
El puerto de Acapulco fue por muchos años la única entrada para las mercancías llegadas de Oriente. Incluso durante más de dos siglos se estableció un extraordinario intercambio comercial entre el Lejano Oriente y la Nueva España con la ruta Acapulco-Filipinas. Para conocer más detalles de la historia portuaria vale la pena visitar el Museo Fuerte de San Diego. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Lujosos yates amarrados en los clubes náuticos de la ciudad mexicana. | | |