| domingo, 15 de agosto de 2004 | La huella de Diego Rivera Inspirado seguramente en quien muchos afirman fue una de sus más notables musas y por qué no uno de sus amores (la señora Dolores Olmedo), en 1956 el genial muralista mexicano Diego Rivera realizó en la casa veraniega de esta mujer un mural elaborado con mosaicos y piedras.
Rivera fue uno de los artistas más destacados del siglo pasado y junto con otros plásticos de la época forjó lo que se conoce como "muralismo mexicano". El mural que realizó Rivera en el puerto de Acapulco se consagró como un ejemplo para sus trabajos posteriores en el Distrito Federal.
Elaborado con conchas marinas y mosaicos de colores, la obra le demandó a Rivera cerca de 18 meses. Por un lado se puede admirar la esfinge de la "Serpiente emplumada-quetzalcóatl" y un dios azteca. Y sobre el otro sector se observa a "Tepescuitle, el perro azteca". Debido a las ideas comunistas del artista originalmente había incluido un martillo y una hoz, y el gobierno capitalista de México le pidió que removiera este símbolo.
La propiedad de Acapulco donde está el mural no funciona como museo, pero la obra se puede observar con claridad desde afuera. Y si al pasar por allí hay alguna persona dentro del inmueble, el visitante puede solicitar autorización para recorrer el interior de la vivienda. Tal vez le concedan la petición. enviar nota por e-mail | | Fotos | | En Acapulco hay fortificaciones de la época colonial. | | |