| domingo, 15 de agosto de 2004 | El PJ empieza a ceder y camina hacia el sistema electoral de los 80 El socialismo reclama que no se obligue a los partidos políticos a ir a internas y ya manda en la discusión Daniel Leñini / La Capital Los negociadores del justicialismo en Diputados están a punto de retirar la obligación de los partidos de presentarse a las internas abiertas cuando oficialicen lista única, para que el proyecto del gobernador Jorge Obeid -con esa modificación- sea finalmente apoyado por la oposición y vencer con los números la resistencia del Senado. Es obvio que no representará eso un triunfo político del mandatario, mucho menos del PJ, pero lo tratarán de vestir.
El punto en discusión por estas horas podría quedar resuelto más o menos de la siguiente manera: el partido que presente lista única podrá no presentarse a la elección interna y marchar directamente al comicio general, meses después.
El planteo más firme viene por el lado del socialismo y el cavallerismo, que también reclaman -y quizá con total respaldo teórico- que también se quite la obligación a los ciudadanos de ir a votar a una interna. No se conoce en el mundo una experiencia así, señalan.
El ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, trató de evitar la consulta de La Capital pero tras una larga espera frente a su despacho se pudo confirmar la información que venían manejando.
Rosúa admitió la posible modificación y hasta consideró que representaría volver a las internas cerradas de la década del 80, sistema que la ley de lemas superó aún con todas sus deformaciones.
-Ministro, ¿se está discutiendo exceptuar a los partidos de ir a las internas?
-El tema en discusión es si el partido que oficializa una sola lista debe ir o no a la interna abierta. Estaría facultado para no hacerlo.
-¿Y ese partido no terminará entre cuatro paredes definiendo sus candidatos?
-Claro. Lo que nosotros sostenemos es que evitar la interna significa desnaturalizar el sistema y volver al viejo sistema de la interna cerrada. En definitiva, es una interna cerrada; le quita el carácter de democracia participativa al sistema de internas abiertas propuesto por el gobernador.
-Pero están a punto de resignarlo, ministro.
-No, creo que no.
Rosúa, en rigor de verdad, no es uno de los negociadores. El verdadero delegado de Obeid es el diputado Mario Lacava que suele ser secundado por el rosarino Marcelo Gastaldi, también legislador provincial.
Este último cortó a La Capital: "Lo desmiento totalmente, la obligatoriedad no se resigna, esa información es falsa", gritó. "Yo no voto ese proyecto, voto en contra", declaró Gastaldi. Se verá.
Tanto en el arco opositor como el justicialismo varios legisladores demostraron ayer estar al tanto de las conversaciones. "Caímos en la trampa; dos veces", declaró desconsolado el peronista Jorge Lagna. "Primero, al poner fecha al debate, y ahora nuevamente. En Santa Fe manda el socialismo", opinó. "En la interna nos vamos terminar peleando peronistas y radicales. Y los partidos chicos arreglarán las listas".
El jueves las cámaras de televisión, radios, diarios, estarán concentrados en Diputados cuando deba tratar la derogación de la ley de lemas. Demostrativo de la falta de estrategia del peronismo resulta que, gobernando la provincia, a cuatro días del debate no logró despacho de comisión para el proyecto oficial.
Si en la Cámara baja los justicialistas terminan acordando con socialistas y radicales lograrán vencer así la resistencia del Senado, dominado por peronistas del interior dueños de otro espíritu (allí nació el proyecto de Joaquín Gramajo que corrige la ley de lemas). Porque en el hipotético caso que el Senado rechace el texto, al volver a la Cámara baja los diputados, reuniendo los dos tercios, podrán dejarlo firme igual. Restará nomás la promulgación por parte del gobernador.
La corporación política, reafirmada desde la asunción del presidente Néstor Kirchner, parece aprovechar el momento para recuperar espacios. Y ya trascendió otra cuestión: vendrá el pedido para que se suspenda la ley Borgonovo, nacida en la época de las cacerolas, que estableció la reducción paulatina del número de concejales en las ciudades de Rosario y Santa Fe.
Los ediles de Santa Fe tienen otorgada una audiencia el 25 de agosto en Diputados donde plantearán la anulación de la ley Borgonovo y que el año que viene se elija el doble del número de concejales que está previsto. De esa manera, la cantidad final de bancas quedará establecida en los dos tercios (y no en la mitad) de los que existieron hasta 2003. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Rosúa admitió que la modificación podría significar la vuelta a las internas cerradas. | | |