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 domingo, 15 de agosto de 2004

"Invertir en ciencia puede ser rentable"

Marcelo Argüelles se ha convertido en un referente de los empresarios que apuestan a la ciencia y tecnología. Proveniente de una familia de larga tradición en la industria farmacéutica, en el año 80 fundó la empresa Biosidus, que además de exportar fármacos producidos a través de biotecnología a destinos tan variados como Asia, Brasil, Africa y Estados Unidos, fue la primera compañía latinoamericana en lograr la clonación y transgénesis de vacas para su utilización en la fabricación de hormonas de crecimiento. Biosidus desembarca ahora en Rosario con una participación del 50% en el proyecto de Instituto de Agrobiotecnología de Rosario (Indear).

-¿Cuál es la participación de Biosidus en Indear?

-Junto con Bioceres somos los generadores del proyecto. Indear es una sociedad integrada por estas empresas en partes iguales. Creemos que podemos aportar el brazo tecnológico a Indear en un futuro no muy lejano. Y además es una apuesta nuestra a desarrollarnos en el campo de la agrobiotecnología, donde no tenemos tanta experiencia como en el sector farmacéutico. El país en el campo de la agrobiotecnología tiene un potencial muy grande.

-¿Su interés está en desarrollar proyectos que apunten a la producción de fármacos en plantas?

-Indear tiene unos seis o siete proyectos que serán definidos como prioritarios. Uno de los objetivos es trabajar en molecular farming, que sería una prolongación de nuestra necesidad, pero también hay proyectos relacionadas con el estrés hídrico y otras investigaciones que tengan impacto en los cereales más importantes de Argentina.

-¿Cómo se hizo empresario biotecnológico?

-Yo me formé toda mi vida en la industria farmacéutica, como mi abuelo, mi padre, y espero que mis hijos también. Y la realidad es que la industria farmacéutica nacional, independientemente de algunas visiones que se tienen, siempre ha pensado en el largo plazo. Tiene un desarrollo hecho, se volvió muy competitiva y siempre trató de integrarse. Esta búsqueda del conocimiento y la inversión de largo plazo es una herencia familiar. Comenzamos con mi padre en el 80 con Biosidus, que es una empresa que nos ha dado muchas satisfacciones y, aparte de eso, es rentable. Por eso hay que mostrar a los empresarios que invertir en ciencia es un camino muy útil para obtener rentabilidad.

-¿Y cómo se logra tener éxito en un negocio vinculado a la tecnología en este país?

-El elemento más importante es la paciencia, inversión de largo plazo y contar con la gente adecuada. Nuestro máximo logro es haber detectado hace 25 años que la biotecnología tenía el potencial que hoy demuestra que tiene. Y juntarnos con la gente que puede lograr estos resultados. Adicionalmente, invertir durante mucho tiempo. Sidus, como empresa generadora de Biosidus, invirtió en Biosidus durante 13 años, de 1980 a 1993, con todas las crisis que hubo durante ese tiempo. Recién ahí se convirtió en una empresa autofinanciada y hoy genera las mayores utilidades del grupo. La inversión de largo plazo, desgraciadamente, es algo a lo que los argentinos no siempre estamos acostumbrados.

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