Empowerment. La entidad expuso en el congreso su nuevo programa de acción

A Aapresid, el campo le queda chico

Quiere transmitir a nivel social su modelo de organización. Fuerte apuesta a la ciencia y la tecnología

El congreso nacional de Aapresid fue este año más que nunca el congreso sobre Aapresid. En el sentido de que la entidad pionera en el desarrollo de la siembra directa expuso durante los cuatro días de deliberaciones en la Bolsa su propia transformación institucional ante la comunidad agropecuaria y la sociedad en general.

"En sus 15 años, Aapresid está viviendo su etapa de adolescencia donde los cambios orgánicos se manifiestan hacia afuera", señaló el presidente de la entidad, Jorge Romagnoli en el acto de apertura del congreso, durante el cual delineó el programa de la entidad hacia el futuro. Básicamente, la apertura de su propia experiencia de innovación organizacional a la comunidad en general, en busca de generalizar el "empowerment", que el italiano Francesco Di Castri definió como "adquirir el poder del conocimiento".

Esto se traduce en reforzar la vinculación con universidades y organismos tecnológicos (en el marco del congreso se firmaron convenios con la estación experimental Obispo Colombres de Tucumán y con un conjunto de universidades de agronomía del país) e incentivar el desarrollo de emprendimientos empresariales ligados a la ciencia y la tecnología, como los casos de Bioceres e Indear.

En la difusión de tecnología, del sistema de organización a través de redes y de un nuevo tipo de relación con el sector público, como forma de apuntalar el ingreso a la sociedad del conocimiento, está el camino elegido por la entidad para "desembarcar" en el campo político. "Si por política se entiende convertirnos en una entidad gremial, no es lo que estamos haciendo, pero si por política se entiende que nos involucramos para ser parte de la solución y no del problema, sí estamos haciendo política", señaló su vicepresidente, César Belloso.

"No nos interesa opinar sobre todos los temas, sólo en los que entendemos que podemos aportar algo, en los otros escucharemos", completó Romagnoli. En el primer grupo, respaldó la decisión del gobierno nacional de avanzar en una política autónoma de biotecnología, expresada en la liberación del maíz RR, y rechazó el proyecto legislativo para limitar la venta de tierras a extranjeros. "Va contra el espíritu de la constitución poner límites a la llegada de capitales, que además son importantes para el desarrollo del país", enfatizó Romagnoli.

Al enumerar los nuevos desafíos de la siembra directa, el presidente de Aapresid explicó que con el 60% del área agrícola implantada con ese sistema, se trata ahora de generar conciencia respecto de que "no sólo se trata de dejar de arar".

"Tenemos que ir por el 40% restante, por las rotaciones, por la integración con la ganadería, por la difusión de planteos racionales en las economías regionales, es decir por alcanzar un nivel de sustentabilidad superior". Precisamente, en el congreso se presentaron las bases del sistema de certificación de calidad a través de la producción en siembra directa. "Estamos buscando los indicadores y estableciendo normas para que se puedan diferenciar calidades de siembra directa", explicó Belloso.

El tema tiene otra arista. Aapresid está convencida de que puede ayudar a mejorar la imagen del país en el exterior, reforzando una suerte de marca Argentina caracterizada por una forma de producir que no erosiona el suelo, amigable con el medio ambiente y además rentable.

Además del protagonismo que la entidad tiene en Caapas, la asociación que nuclea a los productores de siembra directa americanos y que preside el argentino Roberto Peiretti, Aapresid está transitando también su propio camino de internacionalización.

"Sorprende a veces ver que afuera se considera a la Argentina como un país líder en estos temas", señaló Romagnoli.

El mes próximo se realizará en Albacete, España, la segunda jornada iberoamericana de agricultura de conservación, y en el próximo verano los técnicos de la entidad volverán a México, con cuyos productores mantienen un fluido intercambio.

Martín Ambroggio, fogonero de esta internacionalización, destacó la necesidad de institucionalizar esta área pero no sólo dentro de Aapresid sino a través de la conformación de un grupo permanente de entidades y organismos como la Fundación Exportar, el Consejo Federal de Inversiones, las cámaras de maquinaria agrícola, etcétera. En buena medida realizadas "a pulmón", las jornadas como las realizadas en Zaragoza el año pasado o las visitas a México, abrieron también las puertas a que empresas argentinas se mostraran.

"No se trata de invasiones o desembarcos, la tarea principal de Aapresid es la colaboración técnica de ida y vuelta con las organizaciones de otras partes del mundo, pero detrás de eso es válido que por ejemplo las empresas de maquinaria agrícola generen negocios y consoliden una presencia argentina", señaló.

Más o menos formales, hay ideas que se discuten al respecto, como la exportación de agropartes para ser armadas en terminales mexicanas o el desarrollo de una ensambladora de sembradoras adaptadas a las necesidades europeas, por ejemplo, a partir de la asociación de fábricas y productores (una suerte de Bioceres fierrera).

Las ideas y proyectos están en ebullición en distintos órdenes. Para Romagnoli, "en Aapresid tenemos claro que el debate sin acción no sirve, por eso es hora de ir a las cosas".

El vicepresidente Scioli fue una de las autoridades políticas presentes en el congreso.