| miércoles, 11 de agosto de 2004 | Alberto Fernández y Lavagna minimizaron la controversia con el organismo peor la senadora echó más leña al fuego Cristina propuso seguir los pasos de EEUU, que "nunca hizo caso al FMI" El ministro de Economía aseguró que el acuerdo no está caído sino que hubo un corrimiento de fechas El gobierno mostró ayer diferentes posiciones en cuanto a la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro de Economía, Roberto Lavagna, minimizaron los problemas con el organismo. Pero la senadora Cristina Fernández de Kirchner recomendó seguir la conducta de los Estados Unidos que, aseguró, "nunca le hizo caso al FMI".
Alberto Fernández restó trascendencia a la discusión con el Fondo, al indicar que la relación con ese organismo está pasando por "un momento de tensión propio de toda negociación".
Por su parte, Lavagna aseguró que "el acuerdo (con el FMI) no está ni caído ni suspendido sino que hubo un corrimiento" en las fechas pactadas para la aprobación de las metas, que estimó que hará que la revisión total del acuerdo se concluya para fines de este año o principios del que viene.
El ministro de Economía sostuvo que "el diferimiento de la tercera revisión del acuerdo stand by no debería detener el crecimiento económico de este país, el cual está proyectado en un cuatro por ciento para el año que viene".
Palabras cruzadas La posición conciliadora de Fernández y Lavagna fue expuesta en sendas disertaciones en un seminario del Consejo de las Américas y la Cámara Argentina de Comercio, realizado en el Alvear Palace Hotel de Buenos Aires, donde Cristina Fernández dio la nota discordante al proponer seguir el camino de los Estados Unidos que, dijo, "nunca le ha hecho caso al FMI y le ha ido bastante bien, bastante mejor que al resto de los países que sí lo han hecho".
Alberto Fernández opinó que los que se viven actualmente entre la Argentina y el Fondo "son momentos de tensión propios de toda negociación", y estimó que "no hay que darle una magnitud ni una trascendencia mayor".
"Nuestra vocación de negociar y de buscar puntos de acuerdo es absolutamente persistente. No tenemos ninguna vocación de no hacerlo", afirmó Fernández, quien subrayó: "También tenemos una firme convicción sobre lo que entendemos son los límites de nuestra negociación. No podemos comprometer a la Argentina en más de lo que pensamos que se puede".
Por su parte, Lavagna consideró también que "es necesario hacer un replanteo estratégico" del Mercosur para acercar al mercado regional "a la posición original" que había sido pensada por los países miembros.
"Los argentinos estamos en un ciclo económico, social y político distinto al de los últimos 30 años, en donde la casi la mitad del tiempo la economía decreció y la mayoría de esos años se vivió con retraso cambiario", sostuvo el titular de la cartera económica.
El impacto de no llegar a un acuerdo Consultado acerca de si la falta de acuerdo con el FMI podía repercutir negativamente en el crecimiento económico, el jefe del Palacio de Hacienda señaló que eso "depende de nosotros y nuestros comportamiento, pero si la sociedad reacciona como en estos últimos dos años y medio, no hay razones para que eso suceda".
Respecto de la situación con el FMI, Lavagna indicó que es "compleja", pero que existe "un diálogo muy franco". En ese sentido, explicó que "el Fondo consideró que la revisión de julio era imposible ser llevada a cabo exitosamente, porque había, sobre todo en materia legislativa, algunas cuestiones que no habían avanzado".
"Nosotros -comentó- entendimos esa situación, pero al mismo tiempo dijimos, con toda claridad, que, entonces, la revisión de septiembre tampoco era posible ser llevada a cabo, porque implicaría una interferencia, que el Fondo tampoco quiere, respecto del canje de deuda que será lanzado en ese momento".
Al respecto, destacó que "el acuerdo no está ni caído, ni suspendido, esta vigente y se va a trabajar en agosto para encontrar algunas soluciones de orden jurídico que permitan llevar la revisión al momento en que haya terminado el proceso de canje que será hacia finales de diciembre o principios de enero".
En lo que hace a la evolución de la economía en las últimas tres décadas, el ministro marcó seis parámetros a tener en cuenta: la volatilidad del crecimiento, el tipo de cambio real y efectivo, la política fiscal, las inversiones, la participación en el proceso de crecimiento, y el marco jurídico y reglas de juego.
En ese sentido, y tras esgrimir algunas estadísticas acerca de que en los últimos 30 años, 14 marcaron caída en el Producto Bruto Interno (PBI) y 17 fueron de retrasos cambiarios. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Cristina le puso pimienta a la conflictiva relación con el FMI. | | |