El intendente recibió ayer en su despacho al gobernador, con quien analizó problemas que afectan a la ciudad

La provincia quiere traspasar al municipio los bomberos zapadores

Lifschitz apoyará la propuesta sólo si el gobierno santafesino entrega los fondos y equipamiento necesarios

El gobierno de Santa Fe quiere traspasar a la órbita municipal los bomberos zapadores. Si bien la propuesta no es oficial, el tema ya está en la agenda del gobernador Jorge Obeid y del intendente Miguel Lifschitz. Ahora se resucitó este viejo proyecto del ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, quien aspira a que las grandes ciudades santafesinas se hagan cargo de los bomberos para que la provincia pueda reforzar este servicio en localidades más pequeñas. "Me parece una buena idea que los bomberos dependan de la Municipalidad, siempre y cuando sean transferidos con el equipamiento y el presupuesto necesarios", advirtió Lifschitz, antes de remarcar que sobre este punto "todavía hay mucho que conversar".

Luego de ocho meses de gestión, Obeid y Lifschitz mantuvieron la primera reunión en privado en la sede del Palacio de los Leones. El gobernador entregó un cheque por un millón de pesos para la realización de obras de infraestructura en la zona sur de Rosario, y analizó temas de relevancia para la ciudad y la provincia, como el conflicto desatado con la empresa Aguas Provinciales (ver aparte). Durante el cónclave entre ambos mandatarios políticos no faltaron sonrisas, abrazos y promesas de trabajo conjunto.

En ese marco, el gobernador resaltó que incluirá en el presupuesto del año próximo partidas para comprar una escalera de altura para los bomberos zapadores.

Una fuente del gobierno provincial -que también participó del encuentro a puertas cerradas en el Salón Carrasco del Palacio de los Leones- admitió que se planteó la posibilidad de municipalizar los bomberos, que hasta hoy dependen de la policía santafesina.

"Charlamos sobre el proyecto que presentó el concejal (radical) Jorge Boasso, que pretende municipalizar los bomberos", confirmó Lifschitz, quien consideró que "esa es una buena idea". No obstante, el titular del Ejecutivo local puso sus reparos: "Estoy de acuerdo con que los bomberos pasen a la órbita municipal siempre y cuando cuenten con el equipamiento necesario y el presupuesto correspondiente".

En ese sentido, consideró que si la iniciativa prospera "el gobierno provincial debería transferir a Rosario los fondos que hoy destina a los bomberos zapadores", ya que "esa es una obligación que hasta ahora la Municipalidad no tiene".

Lifschitz indicó que "si los bomberos fueran municipales podrían plantearse acciones coincidentes y complementarias con Defensa Civil y la Central de Operaciones de Emergencias".

Lo que está claro es que desde la Municipalidad quieren tener la garantía de que los bomberos no se convertirán en una especie de salvavidas de plomo. Por tanto, el tema será discutido en extenso, para asegurarse de que si los zapadores pasan a depender del Ejecutivo local vengan con equipos y fondos bajo el brazo.


Los autos a la calle
Mientras tanto, el subsecretario de Seguridad de la provincia, Alejandro Rossi, ordenó ayer retirar todos los autos que estaban estacionados en el cuartel de bomberos zapadores. Parte del galpón ubicado en Córdoba 2833 sirvió hasta ayer como garaje para que la concesionaria Circular SA exhibiera sus coches nuevos y usados que tiene a la venta. Esta información revelada en la edición de ayer de La Capital generó un gran revuelo dentro del cuartel y también en el seno del gobierno provincial.

"Ordené sacar hasta el auto del director del cuartel de bomberos", dijo a este diario Rossi, quien además ordenó al jefe de la Unidad Regional II, José Manuel Maldonado, que inicie "el sumario correspondiente y castigue a los responsables".

Muchos autos salieron ayer de las instalaciones de los zapadores para buscar otro techo. Una decena de empleados de la concesionaria terminó retirando a los empujones unos 20 vehículos que la empresa tiene a la venta y que hasta ayer estaban guardados en el cuartel.

Obeid y Lifschitz tuvieron su primera reunión en privado.