| domingo, 25 de julio de 2004 | Voces de caridad tras el micrófono La radio siempre funcionó como vínculo de sensibilidad para una sociedad que asomaba a la tecnología y comenzaba a entender eso de "el poder de los medios". El terremoto de San Juan en 1944 fue una de las primeras experiencias en que los medios se comunicación de Rosario se vieron involucrados, aunque bajo la tutela del Gobierno Nacional. El recuerdo es de Juan Carlos Paleo, locutor y productor radial, quien fuera más tarde director artístico de LT2 y LT3. Y si bien hubo otras experiencias de la misma naturaleza, el programa ícono dedicado a atender las necesidades de la gente fue "Comunicándonos" que hizo historia primero por LT2 y luego en LT3.
"Comunicándonos" fue una bocanada de aire fresco en la radio de Rosario porque abrió el micrófono a los oyentes cuando la apertura democrática le subía el volumen al silencio de la dictadura. "Hacíamos de intermediario entre los que necesitaban alguna cosa y quienes podían ofrecerla", describió Norberto Chiabrando, conductor del ciclo, quien agregó que "no había límites para los pedidos, medicamentos, ropa, muebles y hasta operaciones de la vista se brindaban". En el tope de sus popularidad, la misma audición organizó un festival en la Rural llamado "Ruedas para 50" con los integrantes de la Trova Rosarina _"Aerolíneas Argentinas fletó un avión para traer a Baglietto, Fito y Silvina Garré", rememoró Chiabrando_ para entregar 56 sillones de ruedas. Cuando los ochenta se iban, el programa pasó a LT3. En esa misma emisora, quedó como marca registrada en la primera mitad de los años 70 el micro "LT3, al servicio de la comunidad" que iba con el informativo y se solicitaban colaboraciones de las más heterogéneas.
Por su parte, LT8 estuvo presente en todos los hechos que marcados por la desgracia, devolvieron una sonrisa ante la respuesta de la gente. Al igual que los otros medios, las inundaciones fueron el principal disparador de la ayuda comunitaria. enviar nota por e-mail | | |