| domingo, 25 de julio de 2004 | El sinónimo del terror Empezó como asaltante de bancos, integró la Triple A, fue responsable por la desaparición y asesinato de trabajadores y militantes políticos y, con la dictadura militar, llegó a los organismos de inteligencia. Entonces tuvo carta blanca para secuestrar. Se llamaba Aníbal Gordon y quedó ligado a las páginas más oscuras de la historia nacional.
Al margen de sus actividades en centros clandestinos de detención, el 14 de junio de 1977 secuestró al agente de bolsa Pedro León Zavalía en Paraguay al 800, en Buenos Aires, y lo recluyó en una casa de la provincia de Córdoba. Gordon actuaba con la protección de un jefe militar local, pero la policía bonaerense lo ignoraba y al intervenir en el pago del rescate, el 22 de julio, detuvo a dos agentes de la Side. Los primeros secuestros exprés llevaron asimismo su firma: entre las víctimas se contó el dirigente justicialista Julio Bárbaro, quien en octubre de 1981 permaneció cautivo durante ocho horas en un campo vecino a la ciudad de General Villegas.
A fines de la dictadura militar, Gordon fue involucrado en el secuestro de Guillermo Patricio Kelly, quien permaneció desaparecido durante un día. Se trató al parecer de una especie de ajuste de cuentas entre servicios de inteligencia; Kelly estuvo encerrado en una casa de San Martín al 4800, en Rosario. enviar nota por e-mail | | |