Un conciliador que promete no descuidar la seguridad

Peter Mackler

Washington. - El candidato demócrata a la Casa Blanca, John Kerry, con un enfoque más conciliador de las relaciones internacionales, prometió recuperar la unidad con los aliados de EEUU, pero sin descuidar la seguridad del país. Algunos aspectos de la política exterior de Kerry constituirían una ruptura radical con la política de la administración Bush. Kerry prometió reanudar las negociaciones sobre el protocolo de Kioto sobre el calentamiento global e iniciar negociaciones bilaterales con Corea del Norte e Irán -dos países considerados como parte del "eje del mal" por el presidente George W. Bush. Pero cuidado, dice Kerry, sería "inaceptable" que Irán dispusiera de un arma nuclear. Además, insiste, "no esperaremos la luz verde desde el extranjero si nuestra seguridad está en juego".

Presentado como posible secretario de Estado en una eventual administración Kerry, Richard Holbrooke, artesano de los acuerdos de paz de Dayton que pusieron fin a la guerra de Bosnia (1992-1995), afirma que Kerry aspira a impulsar una política exterior multilateral. "Cree apasionadamente en los valores estadounidenses y en los límites del poder militar... y en su aplicación cuando sea necesario", dice. La política exterior de Kerry podría resumirse en un intento de conciliar el multilateralismo y la afirmación del poder estadounidense. En lo que concierne a Irak, le reprocha al actual gobierno republicano no haber preparado como debía la posguerra, pero dijo que en caso de ser presidente no se planteará retirar las tropas de Irak hasta que el país se haya estabilizado.

El candidato demócrata trata de hacer de Irak un prueba sobre la credibilidad de Bush, pero sin llegar a condenar la guerra. En octubre de 2002 votó por la resolución del Congreso norteamericano que dio luz verde a Bush para derrocar a Saddam Hussein. Luego, al votar en contra de un presupuesto de 87.000 millones de dólares para la posguerra, el candidato sembró la confusión acerca de su posición.

Con Kerry en la Casa Blanca, la posición de EEUU no cambiaría mucho. El candidato demócrata es un ardiente defensor de Israel.

En relación con el terrorismo, prometió convocar una cumbre internacional consagrada a ese tema e investigar el papel de Arabia Saudita en el "financiamiento y apoyo ideológico a grupos terroristas como Al Qaeda". (AFP)