| domingo, 25 de julio de 2004 | Falta y castigo. Las infracciones al volante suman el 90% de los ingresos del Tibunal Municipal En sólo un año subió un 20% la recaudación por multas de tránsito Durante este semestre se agudizaron los operativos de alcoholemia y aumentaron los controles de semáforos Carina Bazzoni / La Capital Tres millones cien mil pesos, éste fue el dinero que ingresó este semestre al Tribunal Municipal de Faltas (TMF). La cifra representa casi un 20 por ciento más que lo recaudado durante los primeros seis meses del año pasado (2,6 millones). Y casi la totalidad de este aumento se origina en las multas de tránsito, que representan "el 90% de los ingresos del tribunal", según reconoció su director, Gustavo Luzzini. Las infracciones por conducir en estado de ebriedad y cruzar los semáforos en rojo crecieron notablemente.
Las cifras surgen de un informe elaborado por el TMF comparando la recaudación obtenida entre enero y junio de este año, con el mismo período del 2003. El saldo es nada menos que medio millón de pesos más. Sin embargo, desde la Municipalidad aseguran que no se labraron más actas de infracción que en el 2003. Más bien, lo que cambió fue la voluntad o la posibilidad de pago de los conductores que dieron un mal paso al volante.
Pero hay algo más. En los últimos seis meses se intensificaron notablemente los controles de alcoholemia, tanto es así que este año llegaron al tribunal un 94 por ciento más de multas por conducir en estado de ebriedad que en el primer semestre del 2003.
La sanción mínima por no haber podido sortear un test de alcoholemia es de 300 pesos. Y la cifra, que puede llegar a los 900 pesos, se incrementa de acuerdo al nivel de alcohol en sangre detectado en los conductores -el límite permitido es de 500 miligramos por litro- y la reincidencia en este tipo de falta.
Aun así, cada semana llega hasta el Tribunal Municipal de Faltas un promedio de 70 casos de personas pescadas al frente de un vehículo después de haber tomado unas copas de más. Un promedio que preocupa a la directora de Tránsito, Hebe Marcogliese, pero que confía en que pueda reducirse a partir de la continuidad de los controles.
"En los últimos operativos comenzamos a encontrar personas manejando en óptimas condiciones, mientras el resto de los que viajan en el auto están bastante bebidos. Esto es muy positivo porque quiere decir que se trata de conductores responsables. Por ahora es sólo un dato, pero esperamos que en los próximos años comience a transformarse en una tendencia más general", indicó la funcionaria.
Los controles de alcoholemia involucran cada fin de semana a tres patrullas que, de jueves y sábados entre las 0 y las 7, se estacionan en los puntos de la ciudad donde se concentra mayor flujo de tránsito.
Cada uno de los grupos está integrado además por dos agentes de policía, presencia necesaria ya que "la resistencia a someterse al test, o en el caso de ser positivo, a aceptar que se remita el auto al corralón es moneda corriente", apunta Marcogliese.
También los semáforos Además de las multas por conducir alcoholizado, en el TMF se incrementaron también las actas juzgadas por pasar los semáforos en rojo. En este año, las multas libradas por este tipo de infracción crecieron un 65 por ciento.
"El tema es que el año pasado prácticamente no hubo operativos de alcoholemia y, por problemas que tuvimos con la concesionaria, también se debilitó la vigilancia en el caso de los semáforos", indicó Luzzini.
En cambio, el cobro de infracciones relacionadas con el exceso de velocidad, sanciones al transporte público y actas por mal estacionamiento se mantuvo más o menos estable en los dos últimos años.
Y esto no es casual. "Pensamos que en algún tipo de infracciones como las que afectan a la circulación, como el mal estacionamiento, el control no tiene que pasar necesariamente por labrar un acta. En cambio, la sanción debe ser más estricta cuando la falta afecte directamente a la seguridad, como no respetar los semáforos o conducir alcoholizado", sostuvo la directora de Tránsito.
Unas mil actas por día Así, en las estadísticas del TMF, el número de actas de infracción que se labran en Rosario se mantiene estable. Anualmente se sancionan unas 400 mil faltas de tránsito. Lo que representa unas 1.096 actas por día.
"El número de multas que se juzgan por mes es similar", apuntó Luzzini, y explicó que el incremento en la recaudación que tuvo este semestre el tribunal "se debe más a la mejor condición económica de la gente -que engrosó los números fiscales en todas las administraciones- que al aumento de las actas libradas".
Para la directora de Tránsito de la Municipalidad el número de multas que se labran aún "es bajo en relación con las infracciones que se cometen todos los días en la ciudad. Pero es abultado de acuerdo a la capacidad de control y de punición que tiene el municipio".
Entre todas las actas que llegan diariamente al tribunal, las libradas por mal estacionamiento se ubican a la cabeza. Tanto sean por no respetar el estacionamiento medido, dejar el auto en lugares prohibidos, en la parada del transporte público o en doble fila.
En segundo lugar se ubican las infracciones relacionadas al exceso de velocidad. Aunque, de la mano de los constantes operativos que realiza el municipio, éstas últimas están disminuyendo (ver aparte).
Es que para la titular de Tránsito, "lamentablemente" los conductores rosarinos son hijos del rigor.
"Si no existen controles la gente no cumple. La única forma de lograr un cambio de conducta -es decir, que se respeten las normas de tránsito- es con la educación desde muy temprana edad, o a través del rigor. No queda otra, son procesos muy complejos que llevan mucho tiempo. Y es imposible esperar milagros", concluyó. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Este año se duplicaron prácticamente las multas por conducir en estado de ebriedad. | | |