Año CXXXVII Nº 48452
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Economía
Señales
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Educación 17/07
Campo 17/07
Salud 14/07
Autos 14/07


contacto

servicios

Institucional

 domingo, 18 de julio de 2004

Brasil, más que playas y carnaval
En Mato Grosso do Sul viven cerca de tres millones de personas y casi treinta millones de yacarés. Recorrida por Pantanal y Bonito, dos destinos donde la aventura y la protección de la naturaleza van de la mano

Rodolfo Montes / La Capital

Rosarinos, santafesinos y muchos otros habitantes nacidos y criados a la vera del río marrón, el majestuoso Paraná, bien pueden tomar un viaje al Mato Grosso do Sul como una excursión a las fuentes.

En esas tierras brasileñas, atravesadas por centenares de pequeños y grandes cursos de agua, con régimen de lluvias tropical, nace el río Paraguay, que como se sabe, luego de andar unos mil kilómetros se convierte en un afluente clave de "nuestro" río Paraná medio.

El joven estado brasileño, fundado en 1977, se ubica limitando al norte de Paraguay y al nordeste de Bolivia. Contiene dentro de sí a un 40 % del Pantanal, una superficie semi-inundada, casi plana, de un millón 400 mil hectáreas. Es el biosistema más grande del planeta que la industria turística brasileña invita a "conocer y defender".

En la conservación del Pantanal va la suerte de buena parte de la fauna mundial. La destrucción de este sitio podría provocar un desastre ecológico a nivel planetario.

En el Mato Grosso do Sul viven cerca de 3 millones de seres humanos y casi 30 millones de yacarés, animales con aspecto poco amigable, pero -aseguran en el lugar- completamente inofensivos, siempre y cuando el visitante no los ataque ni los moleste.

El Pantanal se puede conocer sólo en plan de turismo ecológico, instalándose en alguna de las fazendas (haciendas) que se han convertido para recibir visitantes, una equivalencia al turismo de estancias argentino.


Incursión a la fazenda
La hacienda Santa Emilia, hasta donde llegó La Capital, es un paraíso ecológico de 2.600 hectáreas, enclavadas en pleno Pantanal. Una de las pocas que mantiene el acceso terrestre durante todo el año.

Lo habitual es llegar al corazón del Pantanal en vuelos que aterrizan en pistas privadas de los cascos convertidos al turismo, porque la temporada de lluvias -el verano- inunda la mayoría de los caminos.

La Santa Emilia tiene una propuesta turística sin competencia. Está metida dentro del Pantanal, donde vive -con estrictas normas de protección- una fabulosa variedad de fauna y flora.

Todos los servicios ofrecidos corren por cuenta de jóvenes profesionales de la Universidad para el Desenvolvimiento del Estado y la Región del Pantanal (Uniderp). Son los habitantes iniciales del casco de la hacienda, propiedad del director de la universidad y sede de investigaciones científicas y de campo de los alumnos de posgrado, en los últimos años convertidos al negocio turístico no tradicional.

También se puede hacer turismo científico en el fabuloso Pantanal. Esto es constituirse en una especie de integrante de un equipo de la universidad que investiga, por ejemplo, -durante varios meses- el comportamiento de los arará azules, una especie de loros cuya continuidad está en peligro.

El turista paga su estadía, investiga junto a los profesionales, y seguramente se vuelve "al mundo urbano" enamorado de la experiencia.

Pero el estado de Mato Grosso do Sul no es sólo turismo y no escapa a ciertas leyes del mercado mundial. Allí también crece sin pausa el cultivo de soja, que ya se convirtió en el principal recurso económico de la región, provocando modificaciones negativas en el suelo que a su vez alteran el régimen de lluvias y la absorción de las aguas por las tierras.

El mentado cambio climático en el sur templado -la Argentina-, tiene, entre otras razones, la intervención de la mano del hombre en aquellas zonas lejanas, pero relacionadas.

Otros habitantes clave del Mato del sur son las vacas. Allí viven 24 millones de animales de color blanco -es el estado con más vacas de todo Brasil-, de aspecto muy distinto a nuestra típica especie pampeana.

A propósito, en Brasil aún perdura el sistema de arreo del ganado en largas distancias, durante varias semanas, por caminos rurales. Y es común encontrarse con la manada, a paso lento, copando el camino.

También esa "experiencia" puede ser vivida por turistas con ganas de emoción.

A quien le interese, tenga energía para viajar a caballo sin desfallecer y contrate el servicio, se le hace un lugar en la tropa y por tres días y noches experimentará la incomparable sensación de retrotraer el calendario por un siglo y convertirse en arriero. Eso sí, dicen que al regreso, aquellos turistas que tienen por actividad central permanecer ocho horas frente a una computadora, suelen tener dificultades para sentarse.

Igualmente en la fazenda Santa Emilia están previstos recorridos a caballo en circuitos acotados y al alcance de todos los cuerpos y edades.

También se organizan recorridos nocturnos en vehículos especiales para ver en vivo y en directo todo lo que se mueve y vive bajo la luna, así como caminatas diurnas para la observación de la flora y fauna, siempre guiadas por un excelente recurso humano que explica, a los turistas, todos los detalles del fantástico ecosistema del Pantanal.


Hotelería
La hotelería, rústica y confortable, está a tono con el lugar. Los departamentos se esparcen con comodidad en un predio parquizado de la posada Ararauna. Además un servicio de comida, cuidada y variada, ofrece los sabores exuberantes de la tierra tropical.

Por supuesto, no falta una piscina de aguas transparentes, siempre a mano para el chapuzón, sobre todo al finalizar las jornadas de turismo "activo".

En el estado funcionan más de doce estancias de este tipo que reciben a visitantes de todo el mundo .

enviar nota por e-mail

contacto
buscador


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
El Pantanal del Mato Grosso do Sul se puede conocer sólo a través del turismo ecológico, instalándose en alguna de las estancias acondicionadas para recibir viajeros.

Notas Relacionadas
Cavernas en Bonito

Contáctenos

Datos útiles


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados