| sábado, 17 de julio de 2004 | Diario de viaje: Caballito, un personaje muy particular Mauricio Tallone / Ovación (Necochea - Enviado especial) Caballito es un personaje muy singular de Necochea. Es tal el grado de popularidad de este hombre, cuyo nombre y apellido es Héctor Denero, que anoche fue su cumpleaños número 44 y los dueños de un pub muy conocido hicieron tarjetas de invitación para que nadie se perdiera los festejos de uno de sus hijos más queridos.
Pero detrás de ese rostro querible y bondadoso se esconde una historia que merece ser contada, plagada de dolor y sufrimiento. Es que Caballito, apodo que se ganó de chiquito por mendigar las moneditas que tenían el dibujo de un caballito, se escapó de su casa a los 8 años y a partir de ese momento supo que su mejor refugio eran las calles necochenses.
"En mi casa no me encontraba bien. Faltaba el mango y había que salir a buscarlo. A los 8 años ya estaba en la calle peleándola todos los días", inició su relato.
"Eramos cincos hermanos pero ahora quedamos dos. Yo y otro que está viviendo en Tres Arroyos", prosiguió, mientras todos los periodistas rosarinos que están realizando la cobertura en Necochea seguían con atención sus palabras.
Desde entonces, Caballito pasa sus días a la intemperie y desafiando las altas y bajas temperaturas en algún bar de la ciudad o en casas abandonadas y prestadas, sin más compañía que un perro y esas ganas de luchador que nunca claudica.
Vive del reparto de diarios, de alguna que otra changa en los boliches y de la ayuda que recibe cuando se prepara para correr maratones en cualquier punto cardinal del país.
"Empecé a correr a los 35 años y me entrenó todos los días. No dejo que nadie me lleve en auto ni en colectivo. A todos los lugares donde voy, sea en Necochea o en otra ciudad, voy corriendo y de paso aprovecho para entrenarme", siguió recorriendo su vida.
Su amabilidad cotiza tan en alto que hasta el propio Gallego supo adoptarlo como una especie de talismán de la suerte. El Tolo lo conoció hace un par de años cuando vino a Necochea con el plantel de Independiente y a partir de ese momento, cada vez que viene a la costa, es una religiosidad tener una charla con Caballito. Por eso cuando lo vio el otro día en el hall del hotel San Miguel, el DT le dijo: "¿Qué hacés Caballito, cómo andan tus cosas?". Y se quedaron hablando un largo rato.
Pero no sólo al entrenador leproso le cayó en gracia la manera de ser de Caballito, también los enviados de los medios rosarinos le tomaron cariño y por eso anoche estuvieron acompañándolo en el día de su cumpleaños. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Héctor Denero se gana la vida haciendo changas y como canillita. | | |