Informática contra las colas de camiones

Una líder de tecnología desarrolló soluciones que pueden mejorar problemas en la cadena logística del agro

La agroindustria se convirtió en la gallina de los huevos de oro para la economía nacional y todos miran al sector con algo de ambición. Así como por estos momentos las obras de infraestructura de la región apuntan a solucionar los problemas de logística de los puertos exportadores del Gran Rosario, y desde lo comercial, los instrumentos financieros como los mercados de futuros tratan de darle certidumbre al negocio, desde la tecnología salieron a relucir ofertas de servicios que intentan optimizar costos, reducir tiempos y mejorar los procesos productivos.

Una de las que se lanzó en este rumbo es la compañía de tecnología informática (TI) Neoris, cuarta en el mundo en consultoría TI y la quinta en integración de sistemas y soporte de software de América latina. La pata argentina de la empresa tiene su centro de operaciones o desarrollo de software en Rosario, desde donde se elaboran soluciones para clientes de la región, el país y otros del resto del mundo donde la empresa tiene presencia.

"Los servicios que ofrecemos a la agroindustria se pueden tipificar en tres segmentos: procesos de negocios (optimizar los que ya tiene una compañía a través de herramientas tecnológicas); outsourcing (o tercerización del desarrollo de tecnología) y aplicaciones específicas", explicó Adolfo Rouillon, director del área de agroindustria de la firma. Sobre el último punto Rouillon explicó que la empresa desarrolló distintas soluciones, que en rigor fueron inicialmente para la industria cementera -Cemex, la número tres del mundo en este rubro es la principal accionista de Neoris- y que son fácilmente aplicables a la agroindustria.

Una es la denominada "autodespacho 7 por 24", dijo el director y explicó que se trata de una solución de hardware y software para automatizar toda la planta (por caso terminal granaria) y así evitar "las colas eternas de camiones" dijo Rouillon.

"El camionero llega en cualquier horario porque la planta funciona las 24 horas los siete días de la semana (7 x 24) con una tarjeta de radiofrecuencia, se acerca a un lector y allí tiene toda la información cargada de lo que tiene que descargar o cargar. El sistema imprime automáticamente los comprobantes, levanta la barrera de ingreso, lo manda a pesado, lo chequea y envía el camión a la zona de tolva. Allí ingresa nuevamente la tarjeta (carga o descarga según el caso) y en pocos minutos sale de la planta", explicó Rouillon.

Además, en la industria del cemento instrumentaron un sistema de incentivos sobre el precio para los camiones que lleguen a la planta fuera de las horas pico entre antes de la 7 o después de las 18, lo que permitió aplanar la curva de actividad en determinadas horas y distribuirla mejor a lo largo del día.

Otra de las soluciones que la empresa tiene disponible y que está trayendo desde el exterior donde se aplicó en varias industrias es una "solución de optimización logística", a través de la cual se equipan a los camiones (independientemente del modelo de la unidad) con una especia de pequeña computadora portátil que sirve para medir y controlar cosas como: la localización del vehículo a través de tecnología GPS, cuando está parando, apertura y cierre de puertas, entre otras cosas.

Además, la empresa de TI desarrolló otra solución para la gestión medioambiental, a través de la cual las empresas pueden medir la emisión de sus gases contaminantes o desechos tóxicos con el objetivo de calificar o no en las normas ISO 14000. Esto se hace poniendo sensores en las puntas de las chimeneas para medir la emisión. "Aunque esto pueda sonar en contra de la empresa, en rigor, muchas industrias lo utilizan para presionar por mejores condiciones a los gobiernos, demostrando con este método que no contaminan, frente a otras empresas del mismo sector que sí lo hacen y tienen los mismos beneficios que ellas", explicó Rouillon.

Otra de las posibilidades a la medida de la agroindustria es el denominado abastecimiento o reaprovisionamiento proactivo. Esto permite medir stocks. "Por ejemplo, en una planta aceitera mediante la colocación de sensores en los silos, se puede medir el volumen de granos o de aceite, para una vez llegado a cierto punto disparar una alerta automática que genera órdenes de compra al proveedor de la materia prima", aclaró Rouillon. También se lo conoce como sistema automático de órdenes de pedido y control de graneles en silos.

La empresa, que tiene entre sus clientes a compañías como Cargill o Glencore dentro de la agroindustria u otras como Petrobras, Novartis, Osde o Microsoft busca "entender los procesos de sus clientes y resolverles sus problemáticas puntuales aplicando la tecnología", explicó Rouillon. Esto es, soluciones a medida en lugar de paquetes cerrados y masivos. La empresa también fue la que desarrolló el programa Confirma, de firma digital, que instrumentó hace unos años la Bolsa de Comercio de Rosario para los contratos de compra y venta de granos y que hoy adoptaron sus pares del resto del país.