| domingo, 11 de julio de 2004 | Peor que en la Siberia Las tenistas rusas se mostraron sorprendidas por la baja temperatura y se cubrieron hasta resultar irreconocibles durante la ceremonia inaugural. El caso más notable fue el de Anastasia Myskina, a quien sólo se distinguía por ser la única morocha del equipo europeo. Es que al margen de las temperaturas que las rusas están acostumbradas a padecer en su país (mucho más bajas que la de ayer en Palermo) es extraño que en el circuito se encuentren torneos en invierno.
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