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 domingo, 11 de julio de 2004

1ª entrega - 1896/1904
Historia: Los Juegos Olímpicos, todo un ideal
Las naciones se encontraron a través del deporte

Elbio Evangeliste y Rodolfo Parody / La Capital

Los Juegos Olímpicos son el acontecimiento deportivo que mayor atracción genera en el mundo. Sus orígenes se han perdido en el tiempo, aunque se sabe que desde el 776 A.C hasta el 728 A.C. la carrera era la única actividad que se programaba en Olimpia (Grecia), la sede de los Juegos cada cuatro años. Las leyendas son variadas y hasta desmienten el supuesto espíritu amateur de los deportistas, ya que los ganadores recibían premios en dinero o exenciones impositivas. El mismo Platón denunció la prepotencia de los matones que surgían de estos Juegos. Otra de las versiones cuenta que el equipo de cuádrigas del emperador Nerón ganó la carrera porque sus contrincantes fueron amenazados. Con el tiempo fueron perdiendo su carácter religioso y tuvieron un cambio brusco a partir de que los romanos invadieron y dominaron Grecia. La cita olímpica se internacionalizó con la intervención de esos dos pueblos y de los egipcios. Pero la rivalidad entre romanos y griegos llegó a tal grado de enfrentamiento que en el 393 D.C, el emperador romano Teodosio los prohibió definitivamente, calificándolo además de rito pagano.

El responsable de que los Juegos Olímpicos se reeditaran fue el francés Pierre de Fredy, Barón de Coubertin, 15 siglos después. Desde joven se interesó por la pedagogía y en especial por los métodos de enseñanza de la educación física en Inglaterra y Estados Unidos, que intentó implementar en su país natal. De los británicos quedó fascinado por la convicción de que los jóvenes debían crear sus propios juegos, lo que derivó en el nacimiento del fútbol, rugby, atletismo y polo acuático.

En 1889 se organizó en París un Congreso Pedagógico y dentro del programa se desarrolló el Congreso de Ejercicios Físicos donde Pierre de Coubertin fue uno de los secretarios. En ese encuentro el Barón se interiorizó de los intentos de Inglaterra y Grecia de organizar los Juegos, y se propuso llevarlos adelante pero con una innovación: que participaran todos los jóvenes del mundo y no solamente ingleses y griegos, tal cual era la pretensión de esos dos países.

La supuesta creencia de que Coubertin era un defensor a ultranza del espíritu amateur es errónea. En realidad sabía que los Juegos Olímpicos sin Inglaterra, un país avanzado en materia deportiva, no tenían sentido y como los ingleses defendían a ultranza el amateurismo no pretendía contradecirlos. Así los primeros impulsores de los Juegos aceptaron la postura británica al respecto.

Del 16 al 23 de junio de 1894 se realizó en París el congreso consultivo del Comité Olímpico Internacional con la asistencia de 12 países. Así nació el COI y se decidió que el primer presidente sea el griego Demetris Bikelas y el secretario Coubertin, mientras que entre los 13 miembros fue nombrado el argentino José Zubiaur -ver aparte-.

Una de las primeras discusiones era si Atenas, designada la primera sede en 1896, debía ser permanentemente la organizadora de los Juegos, o si había que rotar la ciudad organizadora, iniciativa de Coubertin que finalmente prosperó. Los Juegos Olímpicos de la era moderna estaban en camino.

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El Panathenian de Atenas fue sede de los primeros Juegos. En los próximos será el lugar de cierre del maratón.

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