Polémica. "No soy xenófobo, sólo defiendo los derechos de los súper locales"

Buscan limitar la apertura de locales chinos

El titular de los almaceneros acusa a los asiáticos de vender productos por debajo de su costo

Carla Rizzotto / La Capital

Como presidente del Centro Unión Almaceneros de Rosario, Juan Milito encabeza una cruzada contra la apertura de comercios en manos de extranjeros (principalmente chinos) que no tengan residencia definitiva en el país. Sin embargo, advierte que no va a permitir que lo tilden de "xenófobo" porque dice que le "preocupan los inmigrantes" y que sólo defiende los derechos de los súper locales. En una entrevista con La Capital, a la hora de explicar por qué acusan a los supermercadistas asiáticos de ser competencia desleal, Milito primero titubea y finalmente los denuncia por "vender productos por debajo de su costo".

Que no entregan facturas o tickets, que tienen empleados en negro y que venden mercadería robada son siempre los argumentos que repiten los almaceneros locales para criticar a los autoservicios chinos. Pero en esta oportunidad el titular de la asociación prefiere no entrar demasiado en ese terreno y admite incluso algo que es innegable: "puede ser" que también haya comerciantes rosarinos que tampoco cumplan con la ley a rajatabla.

La polémica por la instalación de supermercados extranjeros se desató luego de que el presidente del Concejo Municipal, Agustín Rossi, presentara un proyecto que prohíbe a los inmigrantes abrir negocios en Rosario si no tienen residencia definitiva. Si bien la iniciativa -que todavía no fue analizada por el Concejo- no especifica nacionalidades, Rossi reconoció que está vinculada a la creciente radicación de autoservicios y supermercados de origen chino.

El director de Habilitaciones de la Municipalidad, Gustavo Leone, precisó que de los 2 mil supermercados y almacenes habilitados por el municipio, sólo 65 fueron tramitados por ciudadanos orientales. Sin embargo, Milito maneja una cifra superior: asegura que existen 100 comerciantes de origen chino en Rosario.

Para el presidente de la asociación que nuclea a 500 almacenes y autoservicios de Rosario es necesario hablar de lo que realmente interesa: "En los congresos de supermercadistas en Capital Federal nadie quiere hablar de márketing, sino de los comerciantes chinos que nos están haciendo pelota", afirma Milito.

No obstante, el comerciante no quiere que esto se convierta en una "caza de brujas" porque le "preocupan los inmigrantes". Milito se considera un defensor de "los que menos tienen", pero se cuestiona si "alguna vez alguien le preguntó a los supermercadistas chinos, que muchas veces hacen una inversión inicial de 500 mil pesos, de dónde sacan la plata y cómo hicieron para ingresarla al país".

-Y a cada comerciante argentino, italiano, español o peruano, ¿se le pregunta de dónde obtuvo la plata para instalar su negocio?

-No. Pero cuando entrás a un país te tienen que preguntar cuánta plata traés, cómo no van a hacerlo. Igualmente creo que habría que preguntarles a todos.

-¿Por qué acusan a los comerciantes chinos de ser competencia desleal?

-Porque venden debajo del costo, y eso está prohibido por ley. Cada uno de los comerciantes locales sabemos que es imposible que los números cierren con la lógica que manejan los supermercadistas orientales. Y no es una práctica conveniente para nadie porque atenta contra los salarios y la calidad de vida de los argentinos. Los empleados del súper de Brown al 1700, después de que lo compró un chino, comenzaron a cobrar un 33 por ciento menos de sueldo que antes.

-¿Cómo hacen para vender por debajo del costo?

-No sé, yo no puedo. Si algún almacenero local vende por debajo del costo y subsiste, que venga y me lo diga. No conozco cómo hacen, pero existe un dato interesante: en los Tribunales provinciales ingresó a fines de 2002 o principios de 2003 una denuncia que involucra a un camión pirata del asfalto que fue a 9 direcciones y todas coinciden con comerciantes de origen chino.

-En una nota publicada por este diario el 3 de julio pasado, un comerciante asiático dice que los argentinos remarcan mucho y venden poco, y que ellos remarcan menos y venden más; y se pregunta: "¿Eso es competencia desleal?"

-Me parece irrespetuoso hacer ese comentario a los comerciantes que soportamos 28 años de una crisis muy grande. Entonces que nos vengan a decir que no sabemos competir, es una barbaridad. Hacemos malabares para vender más barato, los márgenes de rentabilidad están jugados al máximo.

-Ustedes acusan a los comerciantes chinos de no estar en regla, ¿y los rosarinos están todos en regla?

-No pagan todo lo que deberían pagar de impuestos porque no pueden. Pero no queremos que esto se transforme en una persecución, donde nosotros somos los buenos y ellos los malos.

-Me refiero a que no emitir tickets ni facturas o tener empleados en negro no es, en todo caso, una característica exclusiva de los locales de origen asiático, sino que está expandido en todo el comercio.

-Puede ser, no me consta, pero puede ser. Igualmente lo que interesa acá es que hay grupos económicos que ingresan con mucho dinero y que pretenden apropiarse del mercado.

"No me consta que haya comercios rosarinos que no den facturas".