| domingo, 13 de junio de 2004 | "El apellido no me pesa, es ineludible" Nació en Rosario, hace 45 años. Es arquitecta, está casada con un arquitecto y ("no podía ser de otra manera") es madre de un estudiante de arquitectura. María Eugenia Bielsa llegó a la vida política gracias a la insistencia de Jorge Obeid, pese a que asegura que intentó "desilusionarlo de todas las maneras posibles". No consiguió desalentarlo, pero tampoco le fue mal: hoy acompaña al gobernador en la labor de comandar el destino de los santafesinos.
Le sigue interesando la tarea ejecutiva, y por eso -aparte de presidir el Senado- se ha involucrado en otras cuestiones, tales como el Congreso de la Lengua, la puesta en valor del Teatro El Círculo, la proyección urbanística del puerto de Rosario, el desarrollo del área metropolitana del Gran Rosario o el Plan Arraigo: "Mi especialidad es el urbanismo, así que mi verdadera vocación es la ciudad y el territorio", comenta.
Se define como una persona "difícil de encasillar" y manifiesta desconocer lo que es "armar" o "jugar" un proyecto político. "Lo mío es el día a día, desconozco lo que es armar un proyecto de esa clase. Lo que tuve, lo tuve por capacidad de trabajo y lo que no tuve fue porque no fui capaz de proveérmelo".
Quiere ser "una muy buena vicegobernadora", porque con su visión idealista de la vida admite que su vocación es la de "marcar el tiempo en la pequeña cosa en la que una puede hacerlo". Después, si el espacio político se le da, "será por lo que hice y no por lo que armé".
Reconoce que llegó con preconceptos a la Legislatura, los mismos que tienen "todos los ciudadanos respecto de la utilidad de los cuerpos legislativos, de la permeabilidad de las agendas públicas y sociales. Soy una persona de fácil adaptabilidad, nunca creí que me iba a sentir incómoda, pero en la realidad verifiqué que me siento cómoda".
Se hizo fama de ser una mujer muy rígida, de convicciones fuertes, y ella se encarga de ratificarlo. "No soy una persona de arriar convicciones con facilidad; cuando tengo certidumbres, escucho, evalúo (no soy caprichosa), y si estoy convencida, procedo", apunta.
El apellido Bielsa era conocido antes de su llegada a la política, pero ella asegura que no le pesa ser la hermana de Rafael, el ministro de Relaciones Exteriores de Néstor Kirchner. "Es una condición ineludible, como lo genético. Durante la campaña se decía que me habían ofrecido la candidatura por ser la hermana del canciller y porque era el camino a Kirchner, pero no fui el camino a Kirchner cuando ese camino se tuvo que dilatar o lastimar, ni el canciller es un puente de cristal con el gobierno nacional". enviar nota por e-mail | | |