El presidente de la UCR quiere reconciliar a su partido con la sociedad

Rozas: "Kirchner se la pasa viendo fantasmas"

El ex gobernador dijo que el presidente tiene gestos autoritarios. Elogios al Lole por su crítica a la ley de lemas

Jorge Sansó de la Madrid / La Capital

"Me llevo una buena noticia. Que (Carlos) Reutemann propicie la derogación de la ley de lemas en Santa Fe va a generar un efecto dominó en el país para que ese sistema comience a caer en los demás distritos", dijo el presidente del comité nacional de la UCR, Angel Rozas.

El ex gobernador chaqueño estuvo en Santa Fe acompañando al senador Felipe Michlig, quien asumió la conducción del radicalismo provincial y dialogó con La Capital. "El Lole, por su trascendencia y por más que le pese al PJ, se convertirá en el inhumador de la ley de lemas no sólo aquí sino en el país", festejó al despedirse.

"La transversalidad declamada por Kirchner es una mentira. No soy un enemigo de las alianzas, pero lo que está intentando hacer Kirchner es una apropiación de personas. No de ideas. Un presidente que no dialoga con la oposición, tampoco con el Congreso o con las ONG más importantes, ¿de qué manera va a buscar comunes denominadores? Lo que está buscando es que otros dirigentes se sumen al justicialismo porque él no ha renunciado a su partido. Por lo tanto, cuando un dirigente dice que se suma al kirchnerismo en realidad se está sumando al PJ.

-¿Diría que es una actitud autoritaria del gobierno?

-Cuanto menos son gestos que rozan el autoritarismo. En definitiva, la democracia es la búsqueda permanente de consensos y diálogos.

-¿Por qué cree que no lo hace?

-Equivocadamente, el presidente confunde políticas de gobierno con políticas de Estado. Nosotros no aceptamos que él sea el único que resuelva la renegociación de la deuda externa porque las consecuencias superan por lejos el tiempo de su gobierno, comprometiendo a todos los argentinos por muchas décadas. Entonces todos tenemos derecho a opinar y a ser escuchados. El presidente está tratando de apagar el fuego con nafta. Es un gobierno que se está aislando en demasía. Ve fantasmas por todos lados; complots y conspiraciones a cada rato, y está utilizando una táctica permanente de confrontación. La confrontación nacida desde las instituciones del gobierno genera intranquilidad pública. Si hay algo que el país necesita en estos tiempos, es tranquilidad.

-¿Entonces?

-No hay equipos de gobierno trabajando para políticas de mediano y largo plazos, lo que es absolutamente riesgoso y peligroso para el país. El presidente tiene que darse cuenta de que es necesario escuchar otras voces y ponerse a trabajar.

-¿Son cortinas de humo los avances que declara el gobierno?

-Absolutamente. Este gobierno está lleno de buenos gestos. Lo reconozco, y no tengo problemas en decirlo: yo mismo fui un entusiasta inicial de esta administración. Pero después de haberse consumido más del 25 por ciento del tiempo de gestión comienza a preocupar la falta de estrategia de crecimiento hacia adelante. Los problemas estructurales -pobreza, asimetrías tremendas, coparticipación federal, y no la mentira que hoy se está discutiendo- no se solucionan con gestos.

-¿La UCR tiene hoy esas respuestas?

-Hemos conformado ocho comisiones permanente de trabajo sobre cuestiones de estricta actualidad: trabajo, educación, relaciones internacionales, energía y recursos naturales. Una oposición distinta a la existente hoy en el país. (Elisa) Carrió y (Ricardo) López Murphy, que son personalidades políticas mediáticas muy interesantes, terminan convirtiéndose en analistas políticos. Electoralmente no son un riesgo importante para el peronismo.

-¿Que les dice a los argentinos que están convencidos de que los radicales no sirven para gobernar?

-Es una idea parcial que han instalado inteligentemente algunos sectores. Sería como resumir que el radicalismo es De la Rúa, y eso de confundir un partido político con un dirigente, exitoso o fracasado, es una exageración. Yo me fui exitosamente después de ocho años de gestión en mi provincia, y hay otros casos: Pablo Verani (Río Negro), Oscar Castillo (Catamarca), Roberto Iglesias (Mendoza). Además, tenemos cientos y cientos de formidables intendentes. La UCR es mucho más que cualquiera de nosotros. Es una mentira decir que no sabe gobernar porque, con ese criterio, podríamos recordar que el gobierno de Isabel Perón fue, seguramente, el peor de la historia.

-¿Cómo ve al radicalismo en Santa Fe?

-Nuestro partido tiene un desafío similar en casi todo el país: reconciliarnos con la sociedad. Hay un descrédito que nace de varias causas, pero finalmente el golpe último lo dimos con el fracaso del gobierno de De la Rúa y se rompió el encanto. Estamos tratando de reconstruir esa vinculación.

-La discusión actual en Santa Fe pasa por la derogación de la ley de lemas.

-No tenemos dudas: hay que derogarla. Si alguien piensa en cómo destruir la organicidad de los partidos políticos, no tiene mejor herramienta que la ley de lemas, y no hay democracia sin partidos políticos. Es bueno que la sociedad reaccione y presione porque está provocando que en Santa Fe el oficialismo se vea obligado a bajar su defensa de la ley. Por eso, es una buena noticia que Reutemann propicie su derogación. Cayendo en esta provincia tan importante va a producir el efecto dominó para que caiga en todos lados.

Rozas llegó a Santa Fe para celebrar la asunción de Michlig como presidente de la UCR.