Entrevista al secretario de Producción municipal

Oscar Madoery: "Para actuar hay que terminar con los celos y las quintas"

Apuesta a una gestión articulada entre el sector público y los privados. Los cambios en la cartera

Gabriel González / La Capital

Con una trayectoria de más de una década en la problemática del desarrollo regional, la incorporación de Oscar Madoery al gabinete de Miguel Lifschitz significó para el flamante funcionario la posibilidad de pasar de la teoría a los hechos. Fiel a los preceptos de su escuela, el secretario de la Producción plantea como eje de su gestión la necesidad de articular políticas entre los sectores públicos y privados para avanzar en base a consensos, y adecuó la propia estructura de la cartera para tal fin, eliminando las tradicionales áreas de Industria y Comercio Exterior. Madoery describe en este reportaje los principales objetivos de su gestión, que incluyen una fuerte apuesta a la investigación de la realidad para actuar sobre las cadenas de valor y una apuesta fuerte a la promoción de emprendedores.

-¿Cuáles son los nuevos lineamientos de su gestión?

-El intendente (Miguel) Lifschitz planteó que la producción debe ser uno de los ejes principales de la gestión. La secretaría tiene un presupuesto acotado pero suficiente como para hacer una serie de tareas que nos estamos planteando. La idea es actuar en la articulación de lo público y lo privado, trabajar fuerte sobre planificación e innovación y apostar a los emprendedores.

-¿Cómo se instrumenta en cada caso?

-Rosario tiene una densa red de instituciones públicas, privadas y mixtas y todas generan ideas. Nosotros pensamos que nuestra gestión debe darse en forma asociada, todos los proyectos queremos hacerlos con las instituciones que entienden en cada tema en particular. En segundo término, hay que decir que la ciudad tiene dimensión suficiente para plantear su propia estrategia de desarrollo regional, pero para ello hay que conocer lo suficiente para orientar políticas. Y por último se trata de rescatar a Rosario como una ciudad de emprendedores, que no vive del empleo público, que sufre más de la cuenta las crisis pero tiene respuestas rápidas cuando la economía se mueve.

-¿Cómo funcionaría esa articulación?

-La idea es poner sobre la mesa proyectos en concretos y gestionarlos. Nuestra estructura está pensada en base a este esquema, por eso es que desaparecieron las direcciones tradicionales de comercio exterior e industria para hacerle un lugar a las de Planificación e Innovación y a la de Promoción Económica, y también creamos un área de coordinación Institucional para dialogar con todos los sectores.

-¿No se corre el riesgo de perder ejecutividad?

-Puede ser que algunas cosas se lentifiquen y que eventualmente no nos pongamos de acuerdo. Hasta ahora no se ha dado, pero si así ocurriera habrá que tomar una decisión y ejecutar en algún sentido. El objetivo es tratar de acordar lo más que se pueda, que a veces no se logra. El punto de partida son las prioridades que fijamos de temas a resolver, que incluyen una fuerte apuesta a la economía social, a las pymes que agregan valor, generan empleo y tienen un compromiso de vida con la ciudad y también con los sectores de vanguardia, de alta tecnología. Y con los emprendedores, ya sean grandes o pequeños.

-¿A qué apunta el nuevo relevamiento productivo?

-Por primera vez vamos a tener una evaluación integral de la situación productiva, ya que antes sólo se evaluó la industria. La idea es tener herramientas que permitan orientar el análisis. Más allá de un estudio puntual, queremos que sea un observatorio permanente, que permita actualizar la información. Necesitamos ver cómo se estructuran las principales cadenas de valor y actuar sobre ellas. Por ejemplo, combinar la producción de soja con la investigación biotecnológica y aportar a la formación de recursos humanos para la industria de maquinaria asociada. Queda claro que no lo vamos a hacer nosotros solos, pero sí articular las soluciones con universidades, escuelas, centros de capacitación y entidades empresarias.

-No es fácil resolverlo, hay muchas quintas.

-Históricamente ha sido así pero ahora hay mejores condiciones, habrá sido por la crisis que nos permitió madurar. Por ejemplo, en materia de emprendedores, hay un fondo de emprendimientos productivos en el Concejo. Estamos estamos queriendo ampliar la cuota para que el emprendedor sólo tenga recursos económicos sino también capacitación y asistencia técnica. Y eso sólo lo podemos hacer en articulación con todas las entidades. Hay mucha superposición de actividades y la falta de diálogo que no ayuda a resolver los problemas. Para poder actuar hay que romper con los los celos y las quintas.

-¿Cómo se llevan con la provincia habida cuenta de la eterna pelea por quién inaugura o factura una gestión?

-Nos llevamos bien. Un ejemplo es el polo de biotecnología, donde venimos trabajando con la provincia y una decena de instituciones. Nosotros acompañamos el programa provincial de municipios productivos y colaboramos con el cronograma de ferias. Lo mismo pasa con los municipios de la región.

-La buena relación de Lifschitz con el presidente Kirchner facilita los canales de asistencia?

-Con la Nación nos está yendo muy bien, no sólo firmamos convenios específicos sino que también recibimos recursos y asistencia técnica.

Madoery eliminó las áreas de Industria y Comercio Exterior.