| domingo, 13 de junio de 2004 | Mercados Fuerte derrape entre la política y la deuda Salvador Di Stéfano Los problemas políticos derivados de la coparticipación federal de impuestos y el impacto de la reestructuración de la deuda pública hicieron que el índice Merval derrapara por debajo de los 900 puntos. Aún con faltas claras de oportunidades de inversión, con un dólar calmo y tasas en niveles bajos, los especuladores desean ver precios viles en los papeles antes de pasar a la acción.
La propuesta de reestructuración de la deuda pública esta llamada a ser un verdadero fracaso. El gobierno presentó formalmente los nuevos bonos pero deberá trabajar para endulzar la propuesta y hacerla atractiva para los inversores.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) vería con buenos ojos una aceptación del 80%, pero con el escenario actual no habría un canje masivo. El divorcio entre lo deseable por el FMI y la realidad sólo puede ser allanado con un ofrecimiento de mejores condiciones para el canje; como podrían ser un pago en efectivo, un bono en dólares para los ahorristas minoristas a 40 años de plazo, a una tasa del 4% anual y sin quita alguna (por su puesto que un bono de este tipo no reconocería intereses caídos), un bono parecido con una quita del 50% para las AFJP, y otros ingredientes que podrían seducir a los inversores.
Como se nota el gobierno trabaja en el día a día. Por delante tiene una difícil negociación con el FMI, para la cual necesitará reformular la propuesta de reestructuración de deuda, elevar el superávit fiscal, comprometerse a reformas estructurales de cara a los próximos dos años, sentar las bases para una reforma financiera y resolver los problemas de la coparticipación federal.
Si no comienza a trabajar en estos temas la amenaza de una nueva declaración de cesación de pagos y estar fuera del mundo esta muy cerca. Hace unos meses atrás el presidente, Néstor Kirchner, condujo el país hasta el precipicio y luego dio dos pasos atrás. Parece que la estrategia se repite, dice: "Esta es la última propuesta que le presentamos a los acreedores"; en alusión al FMI: "Nadie nos condicionara los pagos al exterior".
Repetirá estas frases una y mil veces, pero luego le presidente terminará acordando y seguramente luego del acuerdo montará una escena nacionalista para no ser despedazado por la izquierda vernácula, ese sector de la población que ama pero que no puede conformar, porque si lo hace se queda fuera del mundo.
En este escenario hay que estar preparados para nuevas bajas. El índice Merval tiene un piso muy firme en la zona de los 870/900 puntos, pero los inversores buscarán tomar posiciones a precios viles. Para ello el Merval debería caer a la zona de los 800 puntos, que representaría un índice de 270 dólares y que luce barato para algunos activos bursátiles que exporten y producen a precio dólar.
Las tasas de interés seguirán muy bajas y el dólar tranquilo. enviar nota por e-mail | | |