Más de 250 chicos jugaron en cuatro canchas armadas al lado del río

La explanada del parque España fue invadida por niños basquetbolistas

Hubo nenes de entre 7 y 10 años, de 12 clubes locales

Leandro (7) mide 1,30 metro y lejos está del 1,98 del más célebre, Michael Jordan. Tampoco piensa en llegar a ser como él. Por el momento, sólo quiere pasarla bien y fue uno de los 250 anotados para jugar al básquet ayer frente al río.

El I Encuentro Rosarino de Escuelas de Básquetbol se realizó ayer en la explanada del Parque de España, con la idea de "brindar un espacio público masivo para difundir disciplinas deportivas", dijo Ricardo Caruso, coordinador de la Dirección de Deportes municipal.

Fue la primera vez que le tocó al básquet, en el marco de un programa que propone una iniciativa idéntica para distintos juegos.

Varios clubes de la ciudad fueron convocados y hubo chicos entre los 7 y los 10 años. Se presentaron 16 equipos de 12 instituciones que pertenecen a la Asociación Rosarina de Básquetbol.

Cuatro canchas de la disciplina se plantaron a la vera del río y se les colocaron sus respectivos aros (más bajos que los normales) decorados con el cada vez más difundido nuevo logo naranja de la Municipalidad (MR).

Los juegos se hicieron bajo la modalidad de "encuentro", sin contar el marcador, todos contra todos y con medallas para todos.

Los chicos disfrutaron el día que estuvo acompañado por un sol que entibió un poco el frío. Porque también se preparó un área de juegos recreativos, organizada para que nadie se quedara sin hacer nada en las esperas. Se instalaron toboganes, una marañaza, un juego de encastre y otros divertimentos multicolores algunos de los cuales ya fueron usados para acontecimientos municipales dedicados a los más pequeños. Ahí también estaban los estudiantes de la escuela de deportes Isef Nº11 que colaboraron en organizarlos.

Laura, la mamá de Tomás (9 años y jugador de la premini del club Tiro Suizo), opinó que la iniciativa fue "genial". Adrián (9) confesó que quiere "llegar a la NBA" y seguirá practicando en España donde irá a vivir en agosto ya que su papá encontró allí trabajo.

Otro que estaba contento fue el intendente Miguel Lifschitz, quien tuvo un día menos agitado que lo habitual. Llegó después de almorzar, tomó mate, una bella promotora le dio una tarjeta aromatizada de un nuevo jabón en polvo y tras la requisitoria de un organizador, fue aplaudido sin abucheos.

Los chicos disfrutaron de un día de pleno sol, ideal para la actividad deportiva.