| miércoles, 02 de junio de 2004 | Kirchner y Obeid no se vieron las caras Rodolfo Montes / La Capital Las tres sillas pintadas de dorado, aún vacías, lucían relucientes en la cabecera. Entretanto, casi medio centenar de funcionarios nacionales, santafesinos y bonaerenses, esperaban junto a empresarios que llegaran Néstor Kirchner, Jorge Obeid y Julio de Vido. El acto en el salón Norte de la Casa Rosada tuvo por objeto anunciar la repavimentación de 550 kilómetros de rutas, con una inversión de 114 millones de pesos.
Faltaban minutos para largar y las tres sillas estaban ahí, preparadas para que se sienten el presidente, el gobernador y el ministro de Obras y Servicios Públicos. Pero ocurrió lo inesperado. Un empleado de la Casa de Gobierno entró al salón y retiró la silla central de la cabecera: Kirchner había decidido no estar en el acto junto a Obeid (y al ministro De Vido).
De todos modos, el acto se llevó a cabo, presidido por De Vido. Para Santa Fe se firmaron tres contratos que implican la inmediata iniciación de las siguientes obras en la ruta nacional 34:
u Empalme ruta provincial (RP) 64-Rafaela.
u Empalme RP 23-límite con Santiago del Estero.
u Rafaela RP 13.
Por lo demás, se adjudicaron en la provincia de Santa Fe (para su próxima firma de contratos) las obras:
u RN AO12-tramo a nivel sobre RN 9 (salida de Rosario a Córdoba), valuado en 5,6 millones de pesos.
u RN 11, empalme RP 38-empalme RP 98, valuado en 2,7 millones de pesos.
El ministro De Vido agradeció la presencia de Jorge Obeid y reconoció la importancia que tiene la ruta 34 para los santafesinos. Obeid, por su parte, recordó que las obras fueron promesas del presidente, y que se están cumpliendo. Pero no pudo disimular la incomodidad que le produjo la ausencia de Kirchner en el acto.
Fue la segunda incursión de Obeid a la Casa Rosada en menos de una semana, y el esperado reencuentro con Kirchner volvió a postergarse. Obeid viajó hasta Balcarce 50 con la idea de compartir el acto con el gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá y con el presidente. Incluso con la esperanza de mantener una encuentro a solas con el jefe del Estado. Pero sesenta minutos antes de la hora señalada se enteró de que Felipe no iba. Y en los minutos previos, que tampoco lo acompañaría Kirchner.
¿Qué ocurrió? No hubo explicaciones oficiales. Y quedó fértil el territorio de las especulaciones. Es cierto que ayer en la Rosada, a partir de la confirmación del "atentado" en Constitución (ver sección Información General) se encendieron las luces de emergencia y todo funcionó con estados alterados, pero nadie pudo confirmar ni descartar que esa circunstancia explique la ausencia de Kirchner. Eso sí, no sonó bien la explicación que ofreció el propio gobernador luego del acto: "Me dijeron que el presidente estaba muy ocupado ultimando detalles del anuncio por el tema de la quita en la deuda", dijo, cuando el anuncio respectivo ya tenía una hora de antigüedad y corría por todas las redacciones.
En el juego de los gestos en la Casa Rosada, ayer Obeid no ligó buenas cartas. Tendrá que esperar la próxima partida. enviar nota por e-mail | | |