Natación: la selección de parálisis cerebral aprobó

Los nadadores del seleccionado argentino de PC (parálisis cerebral) tuvieron su torneo de preparación para los Juegos Paralímpicos de Atenas. Los rosarinos Fernando Carlomagno y Pedro Chacoma, el sanjorgense Diego Pastore y el marplatense Mateo Micic compitieron en el Open que organizó el British Swimming en la ciudad inglesa de Sheffield, entre el 7 y 9 de mayo.

El único de esta delegación que no participará en los Juegos Paralímpicos es Chacoma, pero como el marplatense Sebastián Ramírez, que sí irá a Atenas, no pudo viajar por problemas de visa le cedió su lugar. Que el rosarino también justificó porque superó las marcas mínimas exigidas en el Open, al igual que sus demás compañeros.

Los argentinos tuvieron de rivales a lo mejor del mundo y no desentonaron, pese a que el rosarino Rodrigo Romani, entrenador del seleccionado nacional desde hace cuatro años y a quien lo acompañó el kinesiólogo Silvio Falconi, aclaró que "es un torneo donde nadie fue a buscar medallas. Todos están trabajando para llegar al máximo en los Juegos. La competencia sirva para analizar si estás entrenando bien o hay que hacer algún cambio".

La mejor actuación argentina fue la de Mateo Micic, que alcanzó la medalla de bronce en 50 metros libre. Fernando Carlomagno quedó cuarto en los 400 libre, la misma posición de Pastore en los 100 espalda, mientras que Chacoma ocupó la octava posición en los 50 mariposa.


No hubo adaptación
El rosarino Romani resaltó que fueron muy buenas posiciones las conseguidas, sobre todo porque no hubo tiempo de adaptación. A Inglaterra llegaron un día antes. El mismo tiempo que tuvieron para armar las valijas cuando la Secretaría de Deportes de la Nación les confirmó finalmente que viajaban. Nada nuevo para la clásica improvisación argentina

"El Open fue muy positivo para saber como están nuestros nadadores en el contexto mundial". manifestó el entrenador. Los buenos resultados no le borran la impresión de que se está lejos. La diferencia con otros países radica en las dificultades para competir ya que la última participación argentina en el exterior ocurrió en el 2001.

Romani espera que sus nadadores queden cerca de las finales A de los Juegos Paralímpicos de Atenas, a la que acceden los ocho mejores tiempos luego de las pruebas preliminares. No es poca cosa para un deporte que carga con muchas limitaciones.