"Los de la esquina" dio el puntapié inicial de los ciclos de ficción en Canal 7

Una familia atada a los tics costumbristas

Ranni, Barbarossa y Gorgati, lo mejor del programa

Pedro Squillaci / La Capital

Los Lettieri llegaron a la televisión argentina para ocupar la mesa de los mediodías domingueros que alguna vez ocuparon "Los Campanelli" y "Los Benvenutto", familias italianas que entre asados y tallarines desgranaron virtudes y miserias. "Los de la esquina", la nueva producción de Canal 7 (domingos, a las 14.30), no pudo despegar de este corsé costumbrista. Pero sería injusto no reconocerle chispazos de buenos momentos al programa, gracias al profesionalismo de Rodolfo Ranni, Georgina Barbarossa y Guido Gorgati. Alcanza para una sonrisa, pero no mucho más.

Américo (Ranni) y Consuelo (Barbarossa) son la cabeza de una familia clásica argentina, donde la crisis es protagonista inevitable. El hogar se mantiene con un negocio polirubro, en donde conviven una granjita y una remisería, y que no se caracteriza por las buenas ventas.

Tony (Diego Korol) es el hijo vago, tan apañado por la madre como perseguido por el padre, y Don Pascual (Gorgati) es un abuelo bien tano con una artereoesclerosis tan fuerte que lo hace devariar pero no le impide toquetear a alguna vecina.

El cuadro familiar lo completan Pancho (Emilio Disi), hermano de Consuelo, que es el típico atorrante que le debe a cada santo una vela. Es lo más parecido a un Isidoro Cañones en decadencia. Y la que viene a romper la deseada calma dominguera es Gina (Marita Ballesteros), la cuñada viuda de Américo, quien tuvo una hija con el Bebe (Víctor Laplace), y no le saca el ojo a su cuñadito, con quien compartieron un flirteo cuando eran más jóvenes.

En ese patio amplio de una casa de barrio se van mezclando y enredando las historias con típicos condimentos. No faltan los celos de Consuelo hacia la cuñada, que quiere instalar una peluquería en casa de los Lettieri; la prima que muere por conquistar a Tony; el amigo infaltable que trabaja en la remisería, y hasta el hijo ausente que vive en España.

Y en la galería de situaciones y personajes, tampoco faltó el jovencito con ambigüedad sexual, la cita obligada a la cancha como hinchas de Racing, y la chica pesada que quiere ponerse de novia con el galancito.

Como dato a resaltar, "Los de la esquina" evitó el lugar común de poner mujeres pulposas en pantalla, eludió las risas grabadas, y gambeteó el abordaje de temas de actualidad, un clásico en otros ciclos del género.

Oscar Tabernise, conocido como guionista de "Poliladron" junto a Leonardo Becchini, maneja los hilos del programa con cierto dinamismo para que nunca decaiga. Le va en contra el formato impuesto y archiconocido de "programa dominguero para toda la familia" y la pantalla helada del Canal 7, con pocos recursos técnicos, que inciden mayormente en la mala iluminación y apenas zafan con el sonido.

A favor cuenta el oficio de actores como Ranni, Barbarossa, Disi, Laplace y Ballesteros, que se desenvuelven como pez en el agua en este tipo de comedias. Quizá en ellos resida la esperanza de un repunte de calidad, en la primera apuesta de ficción del canal estatal.

La clásica mesa dominguera tiene aciertos y errores.