Aguirre se fracturó y tiene para 4 meses

El saldo rojinegro de la excursión a Córdoba no podía terminar peor. Si hasta la derrota que lo aleja de las copas pasó a segundo plano en el final del partido, cuando Gastón Aguirre sufrió la fractura de tibia izquierda y probablemente la de peroné, una lesión que lo marginará al menos 4 meses de acuerdo a lo manifestado por el doctor rojinegro Ignacio Astore. El defensor se perderá así la gran chance de ir a los Juegos Olímpicos.

Faltaban 2 minutos cuando Aguirre y Piriz Alvez fueron a disputar fuerte una pelota en mitad de cancha. El defensor fue al piso y el uruguayo se le cayó encima, provocándole la lesión. El crack de la rotura del hueso la escuchó hasta Silvani, que estaba lejos de la jugada. Angel Sánchez paró el partido ante los gritos desesperados de Aguirre, quien ni se movió y fue sacado rápidamente en camilla.

Ni bien terminado el encuentro, Piriz Alvez entró al vestuario rojinegro a interiorizarse de la suerte de su colega y 20 veinte minutos después Aguirre fue llevado a una ambulancia, con una férula neumática que mantenía inmovilizada la zona, llorando y recibiendo el aplauso espontáneo de la gente que lo vio retirarse del estadio rumbo al sanatorio Allende, donde se comprobó la gravedad de la lesión, si bien las versiones que dieron los médicos del nosocomio y el de Newell's no fueron coincidentes.

El jefe de prensa del sanatorio Allende, Marcelo Echepare, informó que Aguirre había sufrido la fractura de tibia y peroné izquierdos, y que la recuperación demandaría un mínimo de 6 meses de recuperación y un máximo de 8. Astore, en cambio, corroboró la lesión de tibia en el tercio distal pero no la de peroné, porque según su apreciación las placas radiográficas no eran lo suficientemente claras por la inflamación, y aseguró que el plazo para volver a las canchas de 4 meses.

Gastón Aguirre estaba de mejor ánimo al salir al subirse al micro que lo trajo a Rosario junto a la delegación y a la hora del cierre de esta edición sería internado en el sanatorio Americano. La idea es que esté 48 horas y se le practique una nueva placa para ratificar o descartar la lesión en el peroné y definir el tratamiento a seguir, que en principio no sería quirúrgico.