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 domingo, 30 de mayo de 2004

Detuvieron a dos médicos por intento de homicidio, pero luego los liberaron
Un juez los acusa de planear el crimen de un paciente, pero no halló méritos para encarcelarlos

Dos médicos traumatólogos porteños fueron detenidos por la policía sospechados de estar en negociaciones para matar a un paciente por encargo a cambio de 40 mil pesos, pero a las pocas horas de estar apresados, fueron liberados ayer por falta de mérito, informaron fuentes policiales.

Lo curioso del caso es que la Justicia se enteró del presunto plan -que no se llevó a cabo-, porque realizaba escuchas telefónicas en la casa de uno de los profesionales, que había denunciado amenazas.

El caso fue confuso desde el inicio, ya que los investigadores aún no saben con certeza quién iba a ser la víctima, ni quién los iba a contratar, pero sí que de las escuchas surgía que los profesionales estaban en negociaciones con un tercero para cometer un homicidio a través de sus prácticas médicas.

La policía identificó a los médicos detenidos como Federico Miguens y Raúl Marán, especialistas en ortopedia y traumatología, e informó que ambos operaban en el Instituto Argentino del Diagnóstico y Tratamiento (Iadt), ubicado en la calle Marcelo T. de Alvear al 2346 del porteño barrio Norte.

Miguens fue detenido anteanoche en el Iadt cuando estaba a punto de participar de una cirugía a una paciente, según fuentes policiales, quienes explicaron que actuaron rápido por temor a que fuese el blanco del presunto homicidio.

Por su parte, Marán fue apresado también anteanoche pero en su domicilio del barrio porteño de Palermo.

El fiscal de instrucción porteño a cargo del caso, Carlos Arturo Velarde, prefirió no dar detalles para no alertar a "otros cómplices" pero confirmó que los dos médicos habían sido detenidos.

Las fuentes señalaron que la investigación comenzó cuando el propio Miguens denunció que era víctima de una serie de amenazas.

Por tal motivo, el fiscal Velarde ordenó intervenir sus líneas telefónicas, pero lo que en principio era una pesquisa por amenazas derivó en una investigación por homicidio.

Es que a través de las escuchas se detectaron comunicaciones telefónicas entre Miguens y su colega Marán de las que se desprende que negociaban con un tercero el precio por matar a un paciente, al parecer durante una cirugía.

Según los voceros, durante las conversaciones entre los médicos, el precio que les iban a pagar por el crimen por encargo quedó fijado en 40 mil pesos.

Las actuaciones fueron derivadas al juzgado en lo Criminal a cargo de Carlos Bourel, quien solicitó la colaboración de la Policía Federal.

Pero el caso tomó un giro inesperado ayer a la tarde, cuando alrededor de las 16, el mismo juez Bourel, que había ordenado las detenciones de los médicos, les dictó la falta de mérito y dispuso que recuperen la libertad.

La falta de mérito implica que el juez aún no tiene pruebas suficientes como para imputar un delito, pero que los sospechosos continúan siendo investigados.

"El juez ordenó la libertad de mi hermano, por lo que creemos que debe haber habido algún tipo de error, ya que es descabellado pensar que él estaba por matar a un paciente", dijo Hernán Miguens, hermano y abogado de uno de los médicos implicados. (Télam)

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