| domingo, 30 de mayo de 2004 | Lluvias torrenciales dejan centenares de muertos en el Caribe Desde el helicóptero, el pueblo de Mapu, en el sudeste de Haití, donde murieron unas 280 personas por las torrenciales lluvias, se ve como una inmensa laguna barrosa de la que emergen palmeras y los techos de algunas casas. Algunos jóvenes juegan fútbol en el terreno donde aterriza el helicóptero y donde aguardan representantes de la Cruz Roja francesa y haitiana con rostros serios.
El juego aparentemente indolente de los jóvenes no esconde la desesperación de algunos sobrevivientes, como Betty Saint-Louis (26 años), que perdió a su tío y a seis de sus primos y primas, o la de Eliamène Germain (36), cuyos cinco hijos fueron arrastrados por la fuerza de las aguas.
"Hay muchos traumas psicológicos importantes", señaló Albert Brizio, de la Cruz Roja francesa, instalada con un equipo de Médicos del Mundo en una escuela todavía en pie.
En la noche del 23 al 24 de mayo, lluvias torrenciales cayeron sobre la isla Española, que comparten Haití y República Dominicana, dejando hasta anoche un balance provisional de 958 fallecidos, aunque organismos internacionales temen que este número trepe a unos 1.500 sólo en el lado haitiano.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Michel Barnier, llegó el viernes último con el ministro haitiano de Finanzas hasta Mapu, inaccesible por ruta.
Según la defensa civil haitiana, las inundaciones dejaron 280 muertos en esa localidad. La ministra haitiana de Salud Pública, Josette Bijou, precisó que "173 personas fueron enterradas hasta ahora".
Para la Cruz Roja francesa, la localización de casas destruidas y la recuperación de cadáveres sigue siendo una prioridad, junto con la entrega de agua y alimentos para los sobrevivientes.
Los cuerpos siguen en las casas sumergidas, dice la Cruz Roja, que advierte sobre balances equivocados que pueden dar los medios de prensa y que considera "subestimados".
Un sobrevivente, Etzer Depestre, de 62 años, recuerda como salvó a 26 personas que iban a ahogarse. Y es que en este lugar montañoso, él era uno de lo pocos buenos nadadores del pueblo. Depestre perdió sin embargo todo su ganado y cultivos.
En el lado de Santo Domingo, donde las víctimas fatales suman 388, según datos oficiales, se denunció que las autoridades manejan inadecuadamente el entierro de las 376 personas que murieron en Jimaní, la localidad a 280 kilómetros de la capital en la frontera con Haití más afectada por las lluvias. (AFP) enviar nota por e-mail | | Fotos | | La carretera que une Leogane con Puerto Príncipe quedó destruida por el agua. | | |