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 domingo, 30 de mayo de 2004

Punto de vista: Monstruos en el paraíso perdido

Rodolfo Bella / La Capital

El género de terror en cine no es nuevo, pero últimamente mostró variantes curiosas. "Van Helsing", en pantalla, e "Inframundo", aún no estrenada, son un ejemplo. Algo similar ocurrió con el género catástrofe cuyo último gran aporte, "El día después de mañana", se estrenó el jueves pasado y donde se hace responsable al hombre de sus problemas con el clima. La mayor parte de la trama transcurre, obviamente y una vez más, en Nueva York, el escenario de una tragedia real que a partir de septiembre de 2001 hizo del mundo un lugar inseguro.

Todas las expresiones artísticas tuvieron en distintas épocas sus contrapartes reactivas. Así ocurrió, entre otras, con el gótico en la literatura, el absurdo en el teatro o el expresionismo en la pintura, que intentaron dar respuesta a temores o frustraciones. El cine no es la excepción. La ciencia ficción de los 60 tuvo su momento más popular cuando Marte ingresó al imaginario colectivo como el hogar de toda clase alimañas.

Resulta curioso el momento en el cual ingresan en la pantalla de Hollywood algunos monstruos conocidos pero con nuevos enemigos. Allí la maldad puede estar representada por vampiros y licántropos. La novedad es que ahora pelean todos contra todos. Así regresaron del pasado milenarios vampiros y hombres lobos más o menos creíbles, como ocurre en "Van Helsing".

La curiosidad es que en ese filme, el conde ya no sólo tiene que invertir gran parte de la noche buscando sangre, sino que además debe lidiar contra un hombre lobo gigante que lo persigue para matarlo. Otra curiosidad es que Van Helsing es un mercenario occidental enviado por el Vaticano para acabar con un monstruo que casualmente vive en la parte de Europa que no pertenece a Occidente .

Coincidencias al margen, el tema lo retoma "Inframundo", con otro combate a matar o morir. Lo bueno es que esos filmes ya no dejan lugar para la identificación del espectador. La estructura ortodoxa de buenos contra villanos se transgrede. Ambos bandos están formados por malvados. Según lo dice Hollywood, ya no se puede confiar en la inocencia. Lo malo es que todo está presentado como un juego sin consecuencias.

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