| domingo, 30 de mayo de 2004 | Mercados Los riesgos de China, Brasil y el petróleo Son las variables externas que podrían complicar el crecimiento futuro de la Argentina Salvador Di Stéfano La ecuación Brasil, el petróleo y China parecen él Triángulo de las Bermudas en donde podrían desaparecer las esperanzas de que prosiga la recuperación de la economía argentina. Sin embargo, en esta nota se trata de ser cautelosamente optimistas.
* Brasil. Termina la semana muy bien con un tipo de cambio muy cerca de 3,10 que sería el proyectado para fines de 2004 si no aparecen más complicaciones que las actuales. El país debe afrontar fuertes vencimientos de deuda pública y aún no queda claro si en el segundo semestre del año tenga que recurrir a una reestructuración de su deuda pública.
En el primer trimestre del año Brasil crece a una tasa del 2,7% que es positiva pero lo suficientemente importante para generar el aumento de recursos fiscales para enfrentar holgadamente los próximos vencimientos de deuda pública. Para este año, la inflación se habría proyectado en torno del 5,5% anual pero en función de la suba del petróleo y el aumento de costos internos estarían presagiando una inflación no menor al 8% anual.
La tasa de corto plazo que fija el Banco Central de Brasil se ubica en el 16% anual y es fuertemente positiva. Este nivel de tasa permitiría controlar la inflación y el tipo de cambio en torno de 3,10, pero hay que tener cuidado porque con esta tasa hipotecará el crecimiento para los meses siguientes, lo cual podría complicar la sustentabilidad de los pagos de deuda sin que medie una reestructuración.
Conclusión: Brasil tiene un problema estructural serio ya que abona en concepto de intereses el equivalente al 10% del PBI, y esto no le permite financiar con recursos propios las reformas estructurales que debe realizar. Por otro lado, no recibe financiamiento para realizar reformas estructurales por que su cuadro fiscal es muy frágil, lógicamente va directo a una reestructuración voluntaria que seguramente complicará a los mercados de cara al segundo semestre pero no implica que esto se desvíe de los causes normales. Por ahora y solamente por ahora, Brasil se tranquilizará y no complicará a Argentina que es su principal socio comercial, pero no hay que esperar aumentar las exportaciones al país vecino y seguramente el país recibirá el desembarco de mucha mercadería carioca ya que su crecimiento se ira desacelerando.
* Petróleo. La suba en el precio del petróleo podría complicar el escenario internacional. En el último año el petróleo pasa de 26 a 42 dólares sin impactar en el nivel agregado de precios de los países desarrollados. Esto habla de un aumento muy importante en la productividad que no se sabe si puede mantenerse si el petróleo sigue a la suba. Si bien 42 dólares es un precio récord en términos reales debería estar por encima de los 52 dólares y parece difícil ver a un petróleo cerca de los 50 dólares, por ende, es muy probable que en la próxima reunión de países petroleros a realizarse el 3 de junio próximo se liberará de cupos a los países integrantes y esto puede hacer descender el precio del petróleo y descomprimir la probable suba de tasas de interés de largo plazo en el mundo para contener la probable suba de precios.
* China. Ese país crece hace más de dos décadas a tasas que van entre el 8% y 9% anual siendo un caso muy particular para la ciencia económica. De seguir su marcha alcista y su expansión en materia de inversiones podría cambiar las ecuaciones de oferta y demanda en el mundo y por ende, intervenir directamente en la formación de precios de varios productos.
El gobierno chino toma la decisión de implementar medidas que desaceleren la actividad económica y esto perjudicó a la Argentina ya que probablemente la demanda de soja sea menor a la esperada y los precios se derritieron, pasando de $700 la tonelada a los escuchados $500 la tonelada, pero sin negocios a la vista. Una caída de esta magnitud no es dramática ya que cuando Néstor Kirchner asumió el 25 de mayo de 2003 la soja estaba a $476 la tonelada, se deberían ver precios por debajo de ese nivel para preocuparse sobre el efecto pobreza y la baja en la recaudación.
Veranito que duró poco Si alguien en el ínterin creyó que el precio de la soja se quedaría en $700 la tonelada vivió una ilusión que el mercado rápidamente no la está convalidando.
Estos tres factores condicionan a la Argentina y por ende, al mercado de capitales, si este escenario no se agrava la Bolsa realizará una recuperación a la zona de 1.050-1.100 puntos a la espera de una redefinición (positiva o negativa de este escenario). Por ahora no se prevé que la suba de tasas de interés de corto plazo en EEUU afecte a la tasa de largo plazo que se estima permanecerá en un rango de 4,60%-5,0% como máximo.
Se puede ser optimista y pensar que Brasil pueda sortear la difícil situación financiera que atraviesa, y que reestructuración mediante seguirá pagando la deuda. Por el lado de China, no hay que preocuparse demasiado ya que hay margen para que no tenga problemas serios, pero sí hay que considerar que la soja se quedará por un buen rato en torno de los precios actuales que no son malos teniendo en cuenta que en el rango de precios 450-500 la tonelada para el productor cotizó durante los años 2002 y 2003.
La probable reestructuración de la deuda pública y el acuerdo con el FMI son la clave para saber si el mercado superará o no la próxima barrera de los 1.050-1.100 puntos. El escenario externo habrá que mirarlo de cerca, es posible ser cautelosamente optimista pero ahora todo depende de los argentinos, ya que el contexto internacional tiene poco para aportar. enviar nota por e-mail | | |