| sábado, 29 de mayo de 2004 | Sólo fútbol La gente pidió a Russo y dejó la política de lado Gustavo Conti / Ovación No pasó nada, adentro y afuera de la cancha. Es decir, las expectativas eran otras a las que la realidad en definitiva indicó. Dentro del campo de juego se pensaba que Central podía recuperarse, ganarle a un rival tan timorato como Colón. Pero perdió. Y fuera de él se especulaba con que el clima político dominaría la escena. Ni ahí. Apenas el grito inicial de la gente pidiendo que Miguel Angel Russo se quede, sin estridencias tampoco porque en realidad el marco del Gigante distaba mucho de ser del de las grandes jornadas.
Central vivió un clima volcánico en la semana, con la reunión que el polémico ex vicegobernador Antonio Vanrell mantuvo con el técnico de Quilmes Gustavo Alfaro y en la que, de acuerdo a la versión que brindó Roberto San Juan (un hombre identificado con la comisión directiva anterior), estuvo un dirigente de peso como el secretario Gonzalo Estevez -desmentido por él mismo y por el ex funcionario- para tantear la posibilidad de que el entrenador sea el sucesor de Russo.
La sola mención de Vanrell como hombre que supuestamente toma decisiones en Central, hizo estallar el polvorín canalla, y la onda expansiva prometía extenderse hasta el mismo día del partido. El nudo de la cuestión era la continuidad de Russo, quien, está claro, no cuenta con las simpatías de la comisión canalla desde las elecciones del año pasado cuando el DT jugó a favor del entonces oficialismo. De allí el claro trasfondo de una interna política que parece nunca acabar y que auguraba un nuevo capítulo anoche. Pero nada de eso ocurrió.
Hubo pasacalles en el centro de la ciudad apoyando la gestión del técnico, se tiraron volantes en contra de esta conducción, pero en el estadio el hincha se manifestó sólo para apoyar al entrenador, cantando "Russo no se va" cuando Central salió a la cancha (sólo hubo una bandera en contra que rezaba "Russo= Vanrell", la que fue retirada rápidamente), para después dedicarse a alentar al equipo como en cualquier partido, sin agravios de ningún tipo. Y lo mismo ocurrió en la despedida pese a la nueva derrota.
Como se suponía, tanto el presidente de Central Pablo Scarabino como otros miembros de la comisión, intentaron despegarse de las iniciativas de Vanrell. Sin negar el vínculo afectivo que lo une con el titular auriazul, dijeron ayer en cuanto micrófono tuvieron a mano que las declaraciones del ex funcionario corren por su cuenta y no variaron la postura de que se tomarán todo el tiempo para decidir sobre el técnico.
A Russo le respetarán su contrato hasta el 30 de junio, a menos que el DT tome la decisión de irse antes, y no hay dudas de que no lo quieren más a partir de esa fecha pese a que Scarabino lo sostuvo medianamente. La presión de la gente puede hacer variar las cosas, pero la sensación fue que con la de anoche no alcanza. El hincha se expresó genuinamente, sin otra intencionalidad que el reconocimiento a su trabajo. Y el clima político no jugó con la fuerza capaz de torcer los cambios que se vienen inexorablemente. enviar nota por e-mail | | Fotos | | RUsso le pone la espalda al clima político adverso. | | |